21 feb 2019

Fondos de la Música y los Fondodependientes II


Cada año me llegan correos de solicitudes de firmas para proyectos FONDOS DE LA MÚSICA que buscan el financiamiento a los que me niego a firmar porque no lo comparto. Para mi no tienen sentido que el Estado financie discos sino hay lugares ni condiciones mínimas para poder mostrarlo. 

Los fondos concursables se crearon en plena Transición y se han mantenido -aunque con correcciones- como una vía de apoyo estatal para distintas manifestaciones culturales como la música pero tengo una discusión constante con conocidos ¿debe el Estado hacerse cargo de financiar el álbum pop de un artista que tiene fines comerciales y rédito?

Nombres como Gepe, Camila Moreno o Ana Tijoux han obtenido este tipo de financiamiento estatal para grabar discos y por supuesto que hay un contenido cultural que el Estado debe proteger y potenciar pero en los casos de figuras que ya generan ingresos considerables (derechos de autor, conciertos, apoyos de marcas) ¿por qué el Estado financia la grabación y producción de discos que luego se comercializan de la misma manera que los auto-financiados o producidos por grandes sellos? o giras al extranjero a través del Fondo Ventanilla Abierta en las que se cobra o generan ingresos por entradas (aunque no siempre se gana porque entiendo que nadie debería estar tocando gratis). Y si, aunque están en categorías diferentes son los mismos recursos a los que podrían acceder una Orquesta Juvenil de Provincia para viajar a tocar a Alemania en un intercambio sin ningún fin lucrativo posible. 

También conozco algunos artistas que viajan, hacen conciertos y financian por las suyas, sin tener que pedir Fondo de la Música. Que los hay, los hay. Pero suena poético decir que somos independientes, en algunos casos hasta con aires de valentía y superioridad, aunque la mayor inversión venga de los fondos del Estado entregados por el Gobierno de turno. Podríamos conversar sobre el tipo de cultura que cada gobierno elige promover. 

Pero esos recursos también podrían ser asignados a músicos que realmente están intentando hacer música sin medios y desde la nada, o un registro de música tradicional de carácter patrimonial y no con el objetivo de sonar en la Radio Disney (y si, es otra categoría pero todos del mismo monto). Curiosamente la música que está surgiendo del underground (hip-hop, trap, urbanos) a través de Youtube no tiene relación con los Fondos de Cultura y sociedades que se pasean por el mundo en nombre de la "música independiente chilena". 

La Asociación Gremial Industria Musical Independiente de Chile consigue varios aportes incluyendo los Fondos

Pero no es culpa de quienes postulan a los Fondos de Cultura, el problema lo tiene el Fondo en su fondo. Financiar o apoyar la creación, ejecución o realización de proyectos artísticos que entreguen contenido a la comunidad, que son un aporte al archivo histórico o al rescate de historias y circuitos ¿o es que es la manera más simple en como el Estado se sacude de reclamos ante la falta de apoyo a los artistas aunque sea con un mínimo de recursos? (23.500.000 para el 2019). Porque puede ser que con este tipo de financiamiento se estén solventando algunos egos artísticos y malcriando una burbuja cultural. 

Hay jóvenes que están haciendo lo suyo a su manera y les funciona sin burocracias ni intermediarios, quizás el Estado tiene que averiguar cómo se les están pasando talentos por el lado y trabajadores más activos en el CNCA, la cultura no solo se se basa en llenar formularios y repartir recursos entre los postulantes. Si el Gobierno quiere hacerse parte puede desempeñar otras vías de participación, como el acceso a plataformas (salas de ensayo, recintos para tocar) o una comunicación directa con los artistas que puedan requerir un apoyo específico. Aunque cuidado con los conflictos de interés que siempre se deben considerar en política (recordemos).  

Pero por ahora la única conexión es un enorme formulario diseñado para expertos en gestión cultural que conocen cómo justificar la inversión y cobran su tajada por "armar el proyecto" generando un círculo vicioso donde se premia la redacción y los supuestos alcances que tendría y no necesariamente se asigna al valor de su entorno ni el aporte en su contexto sino más bien es un asunto de items bien resueltos. Y también hay quienes han hecho de los Fondos una subvención ¿cómo es posible que un sello se asigne varios millones de peso al año para desarrollo de catálogo sino lanza nuevos discos? o ciertamente, un desarrollo que no crece.  

El sello Mundovivo ha ganado en varias ocasiones el Fondo 

Desgraciadamente no hay una evaluación más profunda y solo se habla de presupuestos y asignaciones, no hay un seguimiento ni un debate sobre cuál es el limite de la continuidad de apoyo a ciertas firmas y de qué manera está música está llegando a la ciudadanía, si es que a alguien además del (los) interesado (s) le (s) importa. 

En lo personal la última vez que firmé un proyecto hace unos años al sello de jazz Discos Pendiente pero que luego de obtener el fondo no me contactaron para hacer el trabajo acordado ni menos pagar el monto asignado (por el que obtuvieron 20 millones de pesos). Me di cuenta que la firma significa bastante más que un presupuesto y que cuando no estás de acuerdo con el modelo de participación hay que ser consecuente y no involucrarse en apoyar proyectos por buenos, malos, modestos o prometedores, sino porque realmente están cumpliendo con lo que dicen ser y son. 


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