Las sociedades de derechos autorales (SCD, SCI, Chileactores, ATN, Sadel, Creaimagen) lanzaron la campaña "Maltrátame Cariño, pero respeta mis derechos". Con la participación de "grandes próceres" de la música chilena como Cecilia Echeñique, Juan Carlos Duque, Miguel Barriga, entre otros, los artistas salieron a la calle para denunciar lo que ellos consideran faltas y fallas de la nueva ley de propiedad intelectual que el Ministerio de Cultura presentó al Congreso nacional.
"El proyecto de ley de propiedad intelectual que se tramita en el Congreso, fue hecho por el Gobierno a espaldas de la comunidad artística y está implantando normas injustas que amenazan con un retroceso irreparable en la protección de los artistas" denuncian en SCD.CL Desde la última campaña electoral -que ganó Bachelet- que no veíamos tantos artistas nacionales reunidos.
"Como sociedad creemos que la creación intelectual es algo importante para nuestra cultura, y por ello inventamos estos derechos, para que nuestros autores puedan explotar comercialmente sus obras intelectuales por un tiempo determinado" dice el abogado especialista Claudio Ruíz en QuemarlasNaves.net
Comparto que la Ley de Propiedad Intelectual chilena debe ser actualizada, y debe comprender los caracteres respecto a la obra patrimonial y redifinir conceptos como creación y fiscalización. Pero el mercado artístico deberá asumir que existen dos perfíles de consumidores; Los fieles y tradicionalistas que están dispuestos a pagar un original (y no por un cover, imitador, copiado, etc) y aquellos que no sienten culpa por haber accedido gratis a las obras tras haber cancelado un servicio de internet.
En tiempos modernos van a sobrevivir los más buenos y originales artistas, esos que asumen y comparten su arte, y no pierden el tiempo esperando que un gobierno o una organización le cuide los ingresos bancarios.
Las sociedades de derechos autorales deben procurar el respeto comercial que las empresas le deben al uso del arte como producto (jingles, radioemisoras, etc) y el gobierno debe garantizar las herramientas legales para que exista una comunicación limpia entre los creadores y quienes negocian con las obras. Pero esa pelea no la hacen protestando en la calle con los mismos "rostros" que posaron en la última campaña de la coalición de gobierno y músicos que en su mayoría no le dan un hit a la radio desde hace 15 años (perdón pero le quita sustento a la discusión que pretenden posicionar). Contra internet, les aseguro que llegaron tarde a la pelea y ahora sólo les queda acomodarse en ella y aprovechar sus virtudes como una ventana de difusión.
El buen arte ha sido siempre y seguirá siendo un producto rentable, sólo necesita de buenos negociadores, que no son artistas sino creativos que sepan coincidir y convalidar las posiciones.
*ver DERECHOS INDIVIDUALES - Febrero 2008