1 feb 2008

DERECHOS INDIVIDUALISTAS

La Ley Sarkozy suma adeptos en la industria musical.
La industría discográfica acaba de asumir, durante la conferencia del MIDEM, que el negocio de la música cambió de plataforma y los consumidores buscan, compran y bajan canciones disponibles en la red de internet. Un gran avance considerando que los ejecutivos se pasaron los últimos siete años peleando en una guerra que ya estaba vencida. El soporte físico (CD) ha perdido valor y la mayoría de sus ex clientes están recopilando más musica de forma gratuita o pagada que se consigue en distintos portales. El nuevo mercado de la música es digital.
Una de las conclusiones más realistas obtenidas en el MIDEM es la idea de aceptar la descarga gratuita de canciones en la red, pero financiar el funcionamiento de estos portales con publicidad pagada, como el ejemplo de QTrax.
“La gente tiene que entender que, cuando se descarga ilegalmente una canción, está tratando con la propiedad intelectual de un autor” dice Pedro Farré, Director de Relaciones Institucionales y Comunicación de la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores de España). Además apoyó la iniciativa impulsada por al actual gobierno francés para frenar el intercambio de archivos (P2P) entre los usuarios de internet, ley que considera una penalización con desconexión online.
La ley Sarkozy, considera frenar el intercambio de archivos protegidos por derechos de autor (música, películas) por lo que se crearía una empresa fiscalizadora, encargada de custodiar el traspado online de datos. Si este organismo detecta un caso deberá informalo a la empresa proveeroda de internet para que presente una amonestación a su cliente/usuario. Al tercer aviso este será castigado con desconexión a la red, por días, semanas y algunos casos, meses.
"Internet no debe ser un "Lejano Oeste" tecnológico, un territorio sin derecho donde los "fuera de la ley" pueden robar sin reservas las creaciones y comerciar sobre las espaldas de los artistas" declaró el mandatario francés Nicolas Sarkozy. Su proyecto será votado, y supuestamente aprobado durante el próximo vernao europeo.
Mientras que el portal chileno Quemarlasnaves publicó un extenso informe sobre la discusión que se llevo a cabo en el Congreso Nacional para redifinir la reforma a la ley de propiedad intelectual. "Difícilmente aceptaríamos un texto que permitiera calificar de delincuentes a nuestros hijos y nietos por bajar música de Internet" declaró el Senador Ricardo Núñez (PS), cuña rescatada por el creador del blog, el abogado Claudio Ruíz. Las reacciones en su blog de comentarios no se hicieron esperar y Denisse Malebrán, cantautora y Secretaria General de la SCD (Socieda del Derecho de Autor) en actividad, declara "lo que nos motiva a pelear por el uso de nuestro trabajo es que alguien lucra de este beneficio de estar inmune a castigos legales y sin mesura ni consideraciones sociales. Y me refiero a los importadores de insumos tecnológicos, Ipod, MP3 o MP4, compañias telefónicas y canales de televisión por cable que sin la presencia de la música sería difícil completar su programación". Y un usario identificado como Sputnik2012 firmó "nunca va a ser justo que por medio de algun impuesto, unos pocos personajes privados reciban dinero por el sólo hecho de autoproclamarse artistas musicales". Hay un par de conceptos interesantes que rescatar en ambos polos de opinión.
Yo por mi parte voy a aclarar mi postura; Primero, soy partidario de que se baje música gratuita o pagada de internet, cada quien lo hará bajo las reglas de su propia realidad. Perdón, pero las compañias discográficas y las sociedades como la SGAE y SCD creo, llegarón tarde a la discusión y ahora el NEGOCIO DE LA MÚSICA no depende de ellos ni de los creadores, sino que de las personas que quieran y estén dispuestas a consumir música (embasada, en vivo, gratuita, pagada). De todas maneras es justo que peleen y discutan por "lo suyo", y si hay empresas que lucran con su contenido (radios, televisión, establecimientos públicos y privados, etc) deben ser remunerados y custodiar esos valores y pagos. Pero insisto, los discos dejaron de ser negocio, y ahora son sólo un simbolo para marcar una nueva etapa en la vida y obra de un creador. Como objeto, tendrá valor si se incorporan elementos adicionales al repertorio y se muestra un arte cuidado y valioso (todo entra por la vista). En lo personal, me gustan los discos físicos, por lo que cada vez que puedo compró uno en tiendas como Bilboard (Providencia, esquina Suecia), King Of Blue (Mercerd) o Sonar (Paseo Las Palmas). Pero pagó 10 o 12 mil pesos por un disco que quiera, pero que también me llame la atención desde su presentación.
El negocio de la música está en internet y quizás sea un buen plan distribuir gratuitamente a través de la red con la participación de la publicidad de marcas. Según publicó La Tercera hace unas semanas que Nicole grabará su próximo video clip en New York con el apoyo de una marca de multitienda, no sería extraño pensar en que su próximo disco se pueda encontrar exclusivamente en el portal de Ripley y bajar gratuitamente. Y para los más fanáticos saldría una edición limitada en CD con distribución normal en tiendas especializadas (por ejemplo, Amango vendió su disco navideño sólo en locales de Falabella). En el caso norteamericano existe la referencia con cafeterías Starbucks como el disco acústico de Alanis Morissette y la publicación de los nuevos álbums de Joni Mitchell y Paul McCartney a través de su sello Hear Music.
La Ley Sarkozy es atrevida pero poco duradera, así como el CANON por copia privada fue para los españoles.
La Ley de Propiedad Intelectual chilena debe ser actualizada, y debe comprender los caracteres respecto a la obra patrimonial y redifinir conceptos como creación y fiscalización. Y no creo para nada en que tengamos que obligar a las radios a programar música chilena, eso sólo corresponde a un camino editorial de cada medio de difusión. Los artistas no pueden seguir pretendiendo que una radio los auspicie para poder crecer. Internet es una herramienta que permite trabajar en paralelo a los canales tradicionales y provocar mayores y mejores lazos artísticos, que a la larga pueden traducirse en negocio para el "trabajo que algunos creadores realizan y pueden capitalizar".
Apeló a los derechos individuales de los individuos creativos que sean capaces de reinventar el contenido, a aquellos que son fieles consumidores de música y pagan por asistir a conciertos y por las canciones que escuchan. Pero también hay que permitir la opción, fácil y costumbrista de algunos, que no quieren gastar un peso para acceder a nueva y más música "porque ya han pagado por el servicio de internet".
Al fín de cuentas, aquí sólo sobrevivirán los buenos, los porfíados, los insistentes, los verdaderos amantes de la música.Y los que no estén dispuestos a discutir y compartir, pueden seguir mirandose el ombligo en casa, que mientras esperan a que un presidente o una agrupación de intelectuales lo defienda, afuera hay millones de ofertas a las que el resto de seres vivos pueden acceder, gratis y pagadas. Lo importante de todo esto es que la música sigue sonando, y yo tengo la decisión para seguir oyéndola, es mi derecho individual.
*No tiene mucho que ver pero Ojo con esto. Ofrecen recompensa por la identidad de un blogger