25 ene 2007

¿Y dónde esta la Noticia?

"No sólo se necesitan buenos músicos y discos para hacer periodismo musical, se necesitan también buenos profesionales que se integren, busquen y se esfuercen saliendo más allá de sus gustos personales, e incluso desafiando las órdenes editoriales" Hace unos días tuve una acalorada discusión con un músico del grupo Rekiem. Él muy consciente de sus dichos, me enfrento como si yo fuera el representante del periodismo musical chileno (y ni siquiera soy periodista). Él muy disconforme con la labor de varios profesionales me explico que con su banda lleva varios años tocando, que han publicado cinco discos y que hacen conciertos para mucha gente “al menos para mucho más público que esos grupos de Algo Records” decía. Yo le aclare que conocía la existencia de su banda y que además tenía buenas referencias, a pesar de mi distancia con ese circuito. Pero con el algo de molestia y de soberbia insistía “a nosotros nadie nos cubre, nadie, y a esta altura no es que nos importe mucho, pero me gustaría que alguien registrará una nota de Rekiem antes que me muera, por último”. Yo le conteste que debe entender que en este país las pautas son limitadas, incluso para el pop, y que el interés de las editoriales se concentraba en proyectos que por imagen, discurso o talento pudieran significar algo para sus lectores. Pero él insiste, “ningún periodista se interesa por nosotros”. En el buscador Google Rekiem sólo figura en el portal de revista Rockaxis y algunas menciones en otros medios especializados en rock más duro. La situación parece injusta, pero es más normal de lo que el denuncia. Es decir, no sólo el rock pesado o el folklore han sido exiliados de los medios de comunicación, existen un montón de proyectos de pop, rock, soul, reggae, y tantas otras variantes, muy talentosos, que simplemente por no contar con los contactos o desconocer los canales de difusión se han perdido en la clandestinidad. “Pero, ¿alguna vez has llevado tu disco a EMOL?”, le pregunte, y muy seguro me contesto, “no sé como llevarlo, y no soy el que tiene que entregarlo, son los periodistas los que deben llegar a mí, son ellos los que tienen que buscar la noticia, y si mi banda vende más tickets que Javiera Mena debiera importarles”. Y mi voz iba perdiendo fuerza mientras él continuaba con su revolucionario discurso. Tuve que aclarar que mi labor es difundir, y que si hay gente que me contrata es porque esensialmente necesitaban a alguien como yo, que se dedicara a promocionar sus trabajos. “Los músicos, se supone, deben hacer arte, no discutir ni negociar con periodistas”, acá para competir con los 100 discos que llegan a EMOL o a ROLLING STONE, y con las noticias de Bob Dylan, Radiohead o Los Tres debes saber argumentar muy bien por qué tu propuesta merece el espacio, por qué es más interesante para el lector que la última novedad del indie, y eso, no lo puede ni debe hacer un subjetivo creador. Acá en Chile, nuestro reducido mercado, nuestro pequeño planeta de comunicaciones no cuenta con tantos medios en donde elegir trabajar ni menos proponer. Un par de diarios, revistas y algunos dedicados portales de Internet, pero mercado de comunicaciones no tenemos. Por lo tanto la única opción para ganar ese espacio es que cada cuál defina un rol en esto. Los músicos haciendo música, los representantes representando, el sonidista cuidando que suene, el productor produciendo, el asistente de prensa haciendo comunicaciones, y los periodistas haciendo periodismo. Es cierto, debemos luchar con varios elementos, como las preferencias personales y los prejuicios de varios profesionales en función. Pero para eso se necesita tener una propuesta clara y contundente, con la que puedas argumentar el porque te puede resultar tan injusto haber grabado cinco (buenos o malos) discos y no tener prensa. Muy cierto que resulta mucho más fácil encontrar los catálogos de Quema su Cabeza y Algo Records en Internet que los discos de Rekiem y de mis trabajos como pop como Delisse y Pali. De seguro eso tiene que ver con el juicio editorial y no hay nada más que luchar con eso e insistir. Admiro el trabajo de los periodistas dedicados a MUSICAPOPULAR, un portal que a larga pretende registrar la historia de la mayor cantidad de artistas que, a lo menos, hayan registrado un disco en Chile (de música popular). Ahí hay mérito, e insisto que también es destacable el esfuerzo de otros profesionales por rescatar nuevas propuestas en la música actual (viernes en Primera Fila de LUN, portal SUPER45, MUS, entre otros esfuerzos). Pero todavía no es suficiente, no sé si es por espacio o tiempo, pero alrededor de nosotros se está produciendo demasiado sonido y naciendo muchos más talentos, más o menos exportables, y aunque injustamente sólo algunos logren el reconocimiento es clave para este proceso, tan descuidado y reducido, poner más esfuerzo de las partes. No sólo se necesitan buenos músicos y discos para hacer periodismo musical, se necesitan también buenos profesionales que se integren, busquen y se esfuercen saliendo más allá de sus gustos personales, e incluso desafiando las órdenes editoriales. Gepe es un claro ejemplo para los artistas independientes que si se puede conseguir el reconocimiento de los medios de comunicación masivos, y eso me consta partió de la disposición propia de los periodistas que escriben en medios como EL MERCURIO, LUN, ROLLING STONE, que optaron por no despreciar ese talento y acreditarlo en sus páginas, antes del “fenómeno” mediático de su figura. Entonces asumo que está en mi esfuerzo, de las comunicaciones, y la del resto de profesionales dedicados al rubro, en sumar argumentos para que el mercado comunicacional se agite y recupere su curso normal de producción, y por tanto, la representatividad y repercusión aumente de tal manera que si podamos hablar de un escenario musical en Chile. Por ahora a Rekiem solo le queda seguir produciendo música y nuevos conciertos. Y aunque tal vez deba esperar otros 5 discos para conseguir la nota que buscan, es sólo su entusiasmo y el de sus seguidores lo que les permitirá existir. Con o sin periodismo seguirán haciendo música, y de seguro el sabor a triunfo es otro cuando los aplausos vienen de la espontaneidad y de un público fiel, algo que ya muchos grupos de moda quisieran. Y no se preocupen, la noticia viene en cualquier momento, sólo falta que alguien quiera escribirla.