15 nov 2021

CONCIERTOS: Manuel García: La distancia adecuada

Foto: Roberto Carreño


Fue el 1 de marzo del 2020 que Manuel García celebraba sus 50 años en el Teatro Nescafé de las Artes con dos funciones llenas de público acompañado de músicos invitados en escena y rodeado de abrazos. Nadie imaginó que ese sería para muchos el último evento social y concierto en más de dos años, hasta que ayer el propio García volvió a subirse a escena en un primer show masivo en solitario y con la distancia necesaria, un reencuentro en modo íntimo que permitió volver a escuchar la pureza de sus temas sin rodeos ni distracciones.

Como parte del ciclo "Parque Estéreo" en la Ciudad Empresarial, el cantautor subió puntualmente a las 8.pm acompañado de su guitarra (a la que después de un par de canciones presentó como una nueva amiga), para entregar lo que reconoce su público quiere escuchar de él, que son principalmente los temas de su etapa con Mecánica Popular y sus primeros discos en solitario (la trilogía 'Pánico', 'Témpera', 'S/T'). Atrás quedaron esos años rodeado de músicos, sintetizadores, guitarras eléctricas y algunos experimentos en el escenario, esto fue un retorno de Manuel García en estado puro. Y en verdad que se agradece oír su voz limpia y articulada, con la profundidad y sutilezas que le permiten sus temas apoyado en recursos mínimos (guitarra, un cultrún) y un buen trabajo de dirección artística en la iluminación para la armonización del relato.  

Y desde un principio con 'Tanto creo en ti', 'Hablar de ti' y 'Témpera' se pudo predecir que sería un show de grandes éxitos, y el público bajo sus mascarillas no dejaría de corear y vitorear al músico, que también se permite interactuar, narrar historias y mostrar algunas canciones nuevas ('Profesora y profesor', 'Pepitas') con la convicción de que es necesario correr esos riesgos para no estancarse en la fidelidad de los incondicionales. 

Una muy buen idea fue la incorporación en algunas canciones el sonido de la armónica, con un músico invitado, en la apabullante versión country de 'Canción del desvelado' o la dulce voz de Jimena Herrera ("La Mena" que por años fue parte de sus conciertos) para 'El reproche'. También incluyó tributos a la canción cubana (Silvio Rodríguez) y la música romántica (el cover de 'Te quiero' de José Luis Perales) como muestras de un trovador más versátil de lo que se cuenta, que se retroalimenta de distintas fuentes musicales y sabe profundizar en los matices.

Dos horas de concierto finamente calculado, con un repertorio fidedigno y empastado que no necesita más que la tranquilidad ambiental (un escenario al aire libre rodeado por un cerro) que justificó plenamente su convocatoria y que para muchos fuera el primer show en vivo desde que se declaró la cuarentena, comparable como fue para un soltero volver a tener relaciones tras el encierro. 

Pero a diferencia de la última vez hace dos años rodeado de invitados y apretones, ayer la distancia sanitaria permitió una mayor cercanía, un contacto más directo -adaptado para los nuevos tiempos- con un artista que viene llegando de Europa inmunizado de colores ajenos o corrientes de moda y que ha aprendido que lo suyo se trata de canciones. Madurez artística se dice.  

Por Roberto Carreño.