Durante décadas el Festival de Viña del Mar fue importante para cualquier figura emergente de la música chilena y hispana. El escenario viñamarino fue clave para la carrera de voces mundiales como Julio Iglesias, Shakira y Ricky Martin, así como también marcó el momento más alto en la popularidad de artistas nacionales como Joe Vasconcellos, Gondwana y La Noche, por mencionar algunos.
Este año, el actor Daniel Muñoz estará con su banda de cueca brava 3x7 Veintiuna y Los Bunkers cierran una exitosa temporada con su álbum 'Música Libre' mientras que Manuel García es la apuesta local en medio de un cartel que lideran Luis Miguel, Marc Anthony y Morrissey.
Hasta hace algunos años estar en el Festival de Viña era la manera de cerrar un buen año y la vía para pensar en la internacionalización, eso desde un punto de vista discográfico cuando el éxito se medía por ventas. El escenario de la Quinta Vergara podía marcar la consolidación de un artista o el mayor tropiezo para una figura emergente, fue así como tantos cayeron y otros tantos multiplicaron sus cifras (Juan Gabriel era un suceso oculto hasta que debutó en el Festival en 1996).
Fue el punto de lanzamiento de Camilo Sesto, Raphael, Roberto Carlos, Leonardo Favio, José Luis Rodriguez, Miguel Bosé, Luis Miguel, Chayanne,Soda Stereo, Ricardo Montaner, Franco De Vita, Alejandro Sanz, Ricardo Arjona y otros nombres claves del pop latino. Y grandes marcas de la música chilena como Los Jaivas, Antonio Prieto, Buddy Richard, Fernando Ubiergo, Zalo Reyes, Juan Antonio Labra, Los Prisioneros (solo pudieron estar tras el retorno a la democracia), Myriam Hernández, La Ley, Illapu, Los Tres. Aunque la mayor anécdota la tiene Violeta Parra que nunca estuvo en el certamen, pero si muchos han interpretado sus canciones en el escenario.
También hubo curiosidades como que estuvo Glup! (porque interpretaban el tema central de una telenovela), Marciano (el dúo electrónico de Sergio Lagos), Six Pack (de Kel Calderón) y el empresario Leonardo Farkas entre otros tantos números olvidables, porque el Festival se hace con aciertos pero también con rellenos. De todos modos sabemos que es un evento influyente y es una tradición de la cultura pop chilena de cada verano, que se potenció en los años del regimen militar como único gran evento musical y que en los últimos años ha ido perdiendo credibilidad por su forma y porque en Chile pasan muchas más cosas durante el año. Pero la influencia mediática la tiene y no hay otra cosa que discutir durante la segunda quincena de febrero.
En la última década Joe Vasconcellos, Gondwana, La Noche y Américo protagonizaron las mayores sorpresas del evento, alcanzando su climax de popularidad en el Festival de Viña del Mar. Pero a la vez el evento ha disminuido la presencia de artistas locales con muy pocas excepciones que en la mayoría de los casos han sido ubicados en horarios insólitos (Sinergia, Lucybell, Chancho en Piedra, Los Bunkers) por lo que pocos alcanzaron a verlos en el escenario.
Chico Trujillo se dio el gusto de decirle que no a la organización en un acto de consecuencia y pese a eso siguen siendo uno de los grupos con mayor actividad en vivo. La oferta del festival llego tarde, cuando el grupo ya es un fenómeno por si solo. Pero faltan nombres, como Andrés de León en la balada, Francisca Valenzuela en el pop rock, Noche de Brujas en la cumbia, Eyci and Cody en reggeaton por nombrar algunos.
En la edición 2012 Manuel García será la apuesta nacional, como un músico que después de 15 años de actividad y 3 discos en solitario llega al escenario más popular para la música en Chile. García asiste como jurado y tendrá su momento la misma noche que Los Bunkers, que vienen de un estupendo año, por lo que se garantiza un público leal para ambos. Para el quinteto penquista radicado en México esto será un concierto más y su historia sigue en ascenso con o sin festival, sin embargo para Manuel García este puede ser un impulso importante para incrementar lo que ha venido construyendo en los últimos años a través de canciones profundas y coherentes, y que esta noche se permitirán llegar a más gente, un honesto desafío para un músico que no perderá nada con estar en Viña, el reto es todo lo que puede conseguir desde esta vitrina.
Por su parte el Festival seguirá con su deuda pendiente respecto a la música chilena donde no hay que seguir buscando, si hay bandas y solistas que están ahí, vigentes y con méritos de sobra para estar en Viña. El problema de la organización es que elige artistas según lo que se escribe en LaTercera y la única verdad la tienen las radios (no existe éxito pop sin la radio). Pero ojo, que mientras siguen buscando otros tres festivales televisados (Huaso de Olmué, Festival Verano Iquique y Viva Dichato) dieron un paso al frente con artistas chilenos en su parrilla con buena sintonia. Pero Viña "es Viña" y su cobertura es lo que le faltan a otros festivales y a la música chilena que siguen sucediendo durante el verano y resto del año.