Mi relación con el Festival de Viña comenzó a mediados de los 80´s, en aquellas tardes de verano en casa de mis tíos en el sur. Mi tío debía ir a diario a cargar la batería con la que se le daba energía al televisor, si la batería se descargaba nos perdíamos el gran evento. Que para mí era una instancia para ver y escuchar música, a los artistas que mi mamá esperaba y de los que yo me sabía varios estribillos. Recuerdo que hasta era emocionante ver la apertura y hasta Vodanovic me parecía "el suegro ideal". Pero es cierto, detrás de eso, del show, espectáculo y ruido en torno al Festival el país vivía un escenario social completamente distinto, mucho menos glamoroso y bastante más arriesgado en términos de expresión. El Festival de Viña se había convertido en un factor más de distracción para la mente de mucha gente pero también en un influyente espacio para la música popular. Una instancia única donde se podía hasta llegar a pensar que las canciones podían cambiar el mundo, aunque fuera por un instante.
Un evento que ha sobrevivido a los golpes políticos y a las grandes crisis del mercado musical y televisivo. Pero tal vez el mayor inconveniente que ha debido enfrentar el Festival como evento, es que nunca estuvo muy claro si es un gran programa de televisión o un influyente evento musical. Porque claramente los artistas de Viña hasta hace algunos años multiplicaban sus ventas de discos después de su show en el evento, mientras otros fueron practicamente exonerados del sistema por un imperdonable fracaso en el escenario. Es decir, hasta 1998 era un evento que para la industria musical era muy importante, y en ese proceso fue donde Megavisión coló a decenas de artistas Televisa y manchó la marca, hasta la desorientada gestión del Canal Católico y los errores de la fusión TVN/CANAL13. Una comisión organizadora ignorante que trabaja con los mismos asesores que negociaron para la Junta Militar, y que se siguen llenando los bolsillos con sus negociaciones de las que se pueden reconocer algunas pocas sorpresas, porque de descubrimientos y nuevos fenómenos nada. Y más encima permitieron que la prensa se hiciera cargo de decisiones y conceptos que sostienen el evento.
Es muy poco lo que veo el Festival los últimos años, y claramente es una tendencia anual en términos de cifras. La culpa la tienen todos los que están trabajando en torno al Festival, un evento que lo tenemos muy presente sólo por un asunto de nostalgia. Ya ni siquiera para quienes trabajamos en la industria de la música es tan relevante.
Asi como el Festival fue un factor distractor para el gobierno de Pinochet, la farándula es hoy el factor que el Festival de Viña necesita para mantenerse vigente. Ya no es la música ni las grandes expresiones lo que moviliza a lo que fue durante años el principal evento artístico que se registraba en el lejano Chile. Ahora con más industria y participación internacional estamos acostumbrados a que U2, Shakira o Madonna nos visiten y contra eso poco y nada puede hacer un evento como el que anuncia la Alcaldesa Reginato.
Es solo cosa de ver un programa como Alfombra Roja de Canal13 para darse cuenta de que todo va de mal en peor, con periodistas que no saben ni les interesa saber lo que están hablando, con notas de personajes "irreverentes" que no hacen reir a nadie y con conductores muy mal asesorados. Es la crisis de la televisión al máximo, y por lógica también la peor celebración de los 50 años del evento.
¿Qué hace Serrat en Viña? o por qué regresa KC, tantas incógnitas que me quedan. De lo que hay claramente Simply Red es un lujo pero de todas maneras no sé si es una banda para un evento de carácter tan popular. Los únicos chilenos, La Noche (más que merecido), Fernando Ubiergo (se justifica por lo que significó el certamen en su carrera) y Natalino (prefiero no comentar que su manager trabaja en la Municipalidad de Viña porque eso no les resta talento). ¿Qué falto? Música popular, canciones, más pop, artistas que reconoce la abuela y la nieta pokemona.
Prometían un Festival inolvidable, y a dos días de su inauguración me atrevo a garantizar que este Festival no va a ser más importante que el anterior y tampoco mejor que el marzo musical que tendremos en Santiago (Keane, BSB, Radiohead, Iron Maiden, Peter Gabriel, Blondie). Ojalá que por lo menos nos podamos acordar el próximo verano quién fue la Reina 2009 del Festival de la Canción de Viña del Mar. Por ahora SQP, MQH, Intrusos y LUN tienen mucho trabajo que hacer para que este evento no se nos olvide.