Hoy se confirmó la noticia de que Radiohead estará el próximo 27 de marzo en San Carlos de Apoquindo en Santiago de Chile. Un sueño por cumplir, y mañana salen a la venta las entradas a través de Puntoticket.
Con la visita de REM ya supere una de mis deudas, por lo que me queda un listado encabezado por Portishead y Natalie Merchant como los conciertos que quiero vivir antes de los 30 (y ya voy a cumplir 28).
Haciendo memoria a mis 27 he tenido la fortuna de haber vivido grandes y buenos conciertos. Partiendo por David Bowie, Patti Smith, Bjork, Yeah Yeah Yeahs, Beck, Stereolab, David Byrne, Marilyn Manson, Massive Attack, Morrisey, The White Stripes, Kratwerk, Alanis Morissette, The Rapture, Pet Shop Boys, Dolores O´riordan, Norah Jones, Mouse On Mars, Leonardo Favio, Travis, Keane, Tv On the Radio, The Gathering, Blondie, Erasure, The Strokes, PJ Harvey entre otros olvidados y olvidables (Lily Allen, Chemical Brothers, Coldplay). Y este 2008 en Santiago; Seal, Jarvis Cocker, Bob Dylan, Benjamin Biolay, Interpol,The Hives, Charles Aznavour, Nine Inch Nails, Jorge Drexler, Laurie Anderson y REM, entre otros.
Me he perdido en dos ocasiones a los Rolling, Simple Red y Elton John. Casualmente los segundos estarán en el Festival de Viña del Mar en febrero y el autor de "Sacrifice" estará en Club Hípico en enero, citas que anteceden a lo que será la primera presentación -esperada- de los dueños de "Creep" en Chile.
Debo ser justo y aclarar que yo no pagué por ir a la mayoría de estos conciertos. Una de las ventajas de trabajar en productoras de conciertos es que -normalmente- te invitan o puedes conseguir una invitación. De otro modo sería imposible. El valor de los tickets es impegable para la mayoría y es excluyente incluso para quienes pueden pagar por uno o dos conciertos, pero no por 6 o 10 destacados en cartelera, donde precisamente los artistas locales pierden relevancia y prioridad. Una industria musical competitiva pero enormemente injusta, donde se están pagando los valores más altos del planeta como plataforma de conciertos en vivo. Ya no se pueden controlar los precios porque los eventos son producciones privadas, pero si como consumidor se pueden exigir mejores condiciones y mayores responsabilidades a quienes producen y las empresas ticketeras que hacen un gran negocio con este fenómeno. Somos un país muy pequeño para tener una actitud de mercado internacional, Santiago no es New York ni se parece a Londres, economica y culturalmente estamos muy lejos de esa realidad, por lo que este suceso de opciones muy pronto deberá recuperar un volumen fijo, mejor seleccionado y más cercano a la realidad local, porque pensar en que Kylie Minogue, Cyndi Lauper y Madonna actuarán con días de distancia es una locura que muchos se lamentaran porque con mucha suerte pudieron pagar el ticket para una. Los conciertos de mi vida no son
Con la visita de REM ya supere una de mis deudas, por lo que me queda un listado encabezado por Portishead y Natalie Merchant como los conciertos que quiero vivir antes de los 30 (y ya voy a cumplir 28).
Haciendo memoria a mis 27 he tenido la fortuna de haber vivido grandes y buenos conciertos. Partiendo por David Bowie, Patti Smith, Bjork, Yeah Yeah Yeahs, Beck, Stereolab, David Byrne, Marilyn Manson, Massive Attack, Morrisey, The White Stripes, Kratwerk, Alanis Morissette, The Rapture, Pet Shop Boys, Dolores O´riordan, Norah Jones, Mouse On Mars, Leonardo Favio, Travis, Keane, Tv On the Radio, The Gathering, Blondie, Erasure, The Strokes, PJ Harvey entre otros olvidados y olvidables (Lily Allen, Chemical Brothers, Coldplay). Y este 2008 en Santiago; Seal, Jarvis Cocker, Bob Dylan, Benjamin Biolay, Interpol,The Hives, Charles Aznavour, Nine Inch Nails, Jorge Drexler, Laurie Anderson y REM, entre otros.
Me he perdido en dos ocasiones a los Rolling, Simple Red y Elton John. Casualmente los segundos estarán en el Festival de Viña del Mar en febrero y el autor de "Sacrifice" estará en Club Hípico en enero, citas que anteceden a lo que será la primera presentación -esperada- de los dueños de "Creep" en Chile.
Debo ser justo y aclarar que yo no pagué por ir a la mayoría de estos conciertos. Una de las ventajas de trabajar en productoras de conciertos es que -normalmente- te invitan o puedes conseguir una invitación. De otro modo sería imposible. El valor de los tickets es impegable para la mayoría y es excluyente incluso para quienes pueden pagar por uno o dos conciertos, pero no por 6 o 10 destacados en cartelera, donde precisamente los artistas locales pierden relevancia y prioridad. Una industria musical competitiva pero enormemente injusta, donde se están pagando los valores más altos del planeta como plataforma de conciertos en vivo. Ya no se pueden controlar los precios porque los eventos son producciones privadas, pero si como consumidor se pueden exigir mejores condiciones y mayores responsabilidades a quienes producen y las empresas ticketeras que hacen un gran negocio con este fenómeno. Somos un país muy pequeño para tener una actitud de mercado internacional, Santiago no es New York ni se parece a Londres, economica y culturalmente estamos muy lejos de esa realidad, por lo que este suceso de opciones muy pronto deberá recuperar un volumen fijo, mejor seleccionado y más cercano a la realidad local, porque pensar en que Kylie Minogue, Cyndi Lauper y Madonna actuarán con días de distancia es una locura que muchos se lamentaran porque con mucha suerte pudieron pagar el ticket para una. Los conciertos de mi vida no son