6 abr 2024

Adiós a la Pasión por la Música Chilena

Durante décadas la música se comercializó y consumía en formatos físicos, desde los discos de 45” y longplay 10 pulgadas pasando por el cassette a lo que fue la época de gloria del Disco Compacto. Y en toda esa etapa siempre estuvo Marta González Marnich, fundadora de la Feria del Disco que por más de 30 años fue el principal punto de venta musical en Chile, empresa que declaró su quiebra en el 2014 pero que está semana cierra su historia definitiva con la partida de su principal figura. 

Todos me decían que eso no debaja plata. Pero a mí me encantaba la música, así que lo hice no más” dijo Marta González a mediados de los 90’s a la revista Rock & Pop. Fundadora, dueña, gerente, líder, anfitriona y principal rostro de su empresa familiar inaugurada en 1956 como un anexo al negocio de electrodomésticos de su marido Humberto de la Fuente. Emprendimiento que comenzó como una pequeña estantería pero que de la mano del desarrollo de la industria y del consumo musical se transformó en la cadena de venta de discos más grande del país controlando más del 50% del mercado durante la abundancia discográfica de los años 90’s, cuando en Chile se vendía más de 8 millones de copias por año.  


Parte del éxito de la Feria del Disco se debió a un marketing macizo que convirtió a “la Martita” en la emperatriz del negocio musical. Aunque ella siempre fue acogedora, cariñosa con los artistas (famosos o emergentes y de todas las ideología) como con sus trabajadores. En la tienda se organizaban eventos especiales de lanzamientos, entregas de Disco de Oro y Platino, multitudinarias firmas de discos, y por su casa matriz del Paseo Ahumada pasaron grandes figuras internacionales y prácticamente toda la música chilena de su época. Tuvo su propia revista La Nota, programas de televisión (Top 30, Pasión por la Música), un ranking de venta semanal publicado en un diario de circulación nacional e insertos con la foto del artista que visitaba la tienda junto a su gerente. Y principalmente el adhesivo de la Feria del Disco en todos sus productos, como su sello distintivo.  

El lobby y presión de las compañías era feroz, sus ejecutivos se peleaban por contar con Marta González en sus lanzamientos y asegurar la foto con los artistas en promoción. De sus órdenes dependían muchos éxitos y resultados, pero el monopolio complicó la relación con las compañías y alejó al público melómano (que se movilizó a las pequeñas tiendas especializadas y sólo volvería para buscar rarezas en el canasto de las ofertas) con un sobreprecio que provocó un fuerte daño en la relación entre el consumidor y los artistas que querían vender su música. También malos manejos en su ticketera (Feria Ticket) y sello discográfico (Feria Music) que terminaron por apalear su marca (Feria Mix) antes de declarar la quiebra de la empresa hace diez años.    

Gracias, gracias queridísima Señora Marta, por todo lo que hizo por la música chilena. Respeto y admiración en la hora de su partida” escribió Alberto Plaza en X. “Matriarca querida de otros tiempos donde la música Chilena era parte vital de nuestros sueños. Se entregaban discos de oro y platino y existía más calidez, respeto y diálogo.… Martita, siempre representó eso” publicó Joe Vasconcellos en Instagram. “Gran mujer, impulsora de la promoción de música nacional desde su balcón del paseo Ahumada” escribió Denisse Malebrán en Instagram. Mientras a otros artistas de la época se les olvida su propia historia. 


Cuesta encontrar otros nombres vigentes en la industria nacional que hayan dedicado su vida a la música con el cariño, respeto y vocación de Marta González. Pienso en otras personalidades que han partido, Ricardo García, Carlos Fonseca o el director de televisión Gonzalo Beltrán. También puedo destacar a Marcelo Aldunate (director de la histórica Rock & Pop), Óscar Sayavedra (A&R de la antigua BMG) o los trabajos de investigación de la periodista Marisol García, pero son pocos, la mayoría en el medio chileno se ha movido por ambición y narcisismo.

Con la partida de Marta González se despide una gran etapa de la música chilena, en la que había más pasión y objetivos, con una industria incipiente que no alcanzó a desarrollarse pero que heredó su mejor catálogo de discos nacionales y que en muchas de esas miles de copias de CD y cassettes que guardan coleccionistas y fanáticos tienen el logo de la Feria del Disco. Y la sonrisa de Martita continúa ahí.




Por Roberto Carreño (@esperandonadacl )