Festejar los 10, 20 o 40 años de un disco o una formación no es un invento que se pueda adjudicar la industria chilena aunque se ha hecho una oferta recurrente en la cartelera local. Los medios de comunicación llevan décadas revisando los aniversarios de The Beatles, Pink Floyd y otros influyentes por lo que algo de culpa tienen si se trata de cuestionar por qué -a su realidad- tantos artistas nacionales están celebrando discos, hitos o momentos artísticos. Chancho en Piedra lo hace anualmente y propone shows distintos para cada cumpleaños, Nicole celebró 20 años en el 2009 y así hasta un tour incuestionable como los 50 años de Los Jaivas. Cada uno festeja lo que quiere y como puede. Pero ¿es esto la manera de justificar vigencia porque ya no lanzan discos tan relevantes? porque puede resultar más seguro defender un pasado exitoso que proponer algo nuevo (¿a alguien le interesa un show con temas nuevos de The Cure?)
"Siempre los mismos temas de hace 20 años y nada nuevo" pero cuando estrenan canciones sales al baño o a buscar una cerveza a la barra o simplemente te vas (o tampoco vas). Pero habría que darle mérito a una banda que veinte años después puede seguir defendiendo sus temas en vivo, entre tanto cambio generacional e influencias que permanezcan -en otro contexto- los diferencia de la mayoría de su generación -mayormente olvidada- y de las nuevas, que bañadas de un proteccionismo "indie" en su mayoría no superan el promedio de su nicho. Discos como 'Peces' de Lucybell, 'Toque' de Joe Vasconcellos, 'Mama Funk' de Los Tetas o 'Unplugged' de Los Tres protagonizaron una escena de recambio en plena Transición y la música se sostiene 20 años sola, así tienen para una y más giras aunque no nos interesen sus temas nuevos.
La permanencia tiene un valor, lo viven algunos artistas de la Nueva Ola ('60) hasta la Nueva Canción Chilena ('70) cada quien a su trascendencia. Pero una cosa es la nostalgia y otra es la calidad de puesta en escena, el estado vocal y presencia artística (hay un límite peligroso con la lástima y lo kitsch). Aunque el concepto ya explotó "Los Vasquez 5 años", "Noche de Brujas 8 años", "Manuel García 10 años" (para salvar un disco tan flojo), "Javiera Mena 10 Años" y esto no da para más, se perdió el sentido de festejar hitos, suena redondo pero como recurso parece fácil y repetido.