Cosmos (2016) |
Han pasado nueve años desde el comentado 'The telephone is ringing' la pretenciosa carta de presentación de Sergio Lagos como solista. En medio se casó, tuvo hijos, siguió animando en la TV, lanzó tres discos y dos DVD en vivo. Y mérito del esfuerzo y permanencia acaba de publicar su mejor trabajo.
En cada uno de sus discos, con desaciertos o no, Sergio Lagos ha mostrado un coraje envidiable, no se ha dado por derrotado ni menos aturdido por las críticas y prejuicios que significa ser un famoso de la TV chilena y tocar en vivo por donde lo inviten a lo largo de Chile. Por eso su cuarto álbum muestra más certezas que nunca consolidando una banda precisa y asumiendo que no se necesita una gran voz para hacer crecer las canciones, un porcentaje importante lo construye la actitud (que Lagos tiene de sobra) y convicción.
Bajo la producción de Cristián López (Javiera & Los Imposibles) con quien también trabajó su tercer álbum después de dos discos con Cristian Heyne, Sergio Lagos logra un concepto melódico interesante entre el pop de guitarras y el rock más natural, pero principalmente por estribillos bien definidos desde el primer corte 'Ultravioleta' hasta la claridad de 'La Menor' y 'Soñar despierto'. Y aunque persisten algunas debilidades ('Adele N72' y 'Papel Diamante' que se extienden más de lo debido) en 'Cosmos' logra la melodía completa, de esa canción pop que tanto buscó.
Era cosa de tiempo y espacio, de ensayos, madurar y autocrítica. Ahora falta la contraparte del público que se quiera dar el momento de escuchar, porque este disco y etapa de Lagos al menos merece la oportunidad y un debate nuevo.