A gran parte de la nueva música chilena le falta concepto, un buen manager y a lo menos un éxito radial, porque aunque existe una sensación ambiente de progreso y triunfalismo aún el reconocimiento es aislado y los titulares para unos pocos.
La gran ventaja que tuvieron algunos grupos que debutaron desde sellos multinacionales en los 90's (Lucybell, Javiera & Los Imposibles, Joe Vasconcellos) es que estos lograron consolidar un patrimonio radial que 15 años después sigue siendo rentable. Cuando Rock&Pop era influyente y el Pollo Fuentes presentaba grupos en su programa de los domingo. Tener un éxito en radios hace la diferencia, y tener dos temas conocidos sirve para sostener giras durante más de dos veranos (de eso sabe La Rue Morgue o Stereo3).
Hoy es más complejo visualizar todas las corrientes y por la vereda de enfrente pasan pequeños fenómenos que no nos enteramos hasta que un medio convencional y masivo como la TV decide mostrarlo (muchos conocimos el Gangnam Style por los noticieros). Pero los medios no son más que un puente, si el concepto no pega no se venderá por muy difundido que sea. Nadie llena un concierto por solo salir en el diario.
Que actualmente el panorama local tiene una escena nutritiva y exportable no es tan novedoso como algunos resaltan, hace 15 años Los Tres, Los Tetas, Nicole y Tiro de Gracia estaban entre los favoritos de MTV pero la decisión de hacer un trabajo regional estuvo en manos de ejecutivos y gobiernos (como lo hizo Colombia para cambiar la imagen país a través de la música) y aunque Chile tenía mejores bandas, discos y videos era un mercado inferior para marcar pauta. Ahora con Internet todo más democrático pero también más disperso.
En los últimos 10 años salvo contadas excepciones (La Noche o Chico Trujillo en la música tropical, Natalino en la balada y Los Bunkers en el rock pop) no se reconocen himnos en la música chilena, y por muy "Disco del Año" que te elijan los especialistas sino te tocan en la radio poco se avanza, o si te nominan a un Grammy -como a Ana Tijoux- que el sello tenga el disco en las tiendas y no espere que se termine el stock. Por eso acá falta manejo, hay muchas discusiones que los músicos no deberían tener y ahí falta un representante con experiencia, que no es necesariamente el amigo que se tituló de "producción de eventos" en una universidad privada.
Hay que usar los medios -que para eso están- pero también hay que actuar en vivo e insistir, que quizás algo podría pasar, los argumentos están pero falta saber negociar. Y este 2013 con grupos y solistas activos, buenos discos y mejores singles es hora de definir si el pop nacional toma el volante o seguirá en la maleta trasera de la -atorada- música latina.