"Con el fin de promover el desarrollo de la música y de los artistas chilenos" un grupo de parlamentarios levantó una moción para modificar la ley N°19.968 del fomento de la música. La iniciativa apunta a legalizar nuevas condiciones locales para la producción internacional de conciertos, considerando una regulación para la pre venta de tickets (no debe superar el 20% de la capacidad total del evento), la habilitación de un área exclusiva para minusvalidos en los eventos y la exigencia -legal- de un telonero nacional. La iniciativa está siendo revisada por la Comisión de Cultura.
Ojalá que en esta discusión -negociación- se considere el hecho de que no todas las productores locales son como DGMedios. Los tour sudamericanos adquiridos por las multinacionales no siempre son negocio en todas las plazas, sino que se realizan por posicionamiento de marca en el mercado local, considerando pérdidas (que se reponen con otro evento). Y sabiendo que no todos los artistas son Madonna ni U2, las condiciones cambian cuando vienen bandas de menor escala comercial que por lo general ni siquiera tienen sello ni radio que los apoye en Chile, a tocar en recintos para 500 personas, con costos ajustados. Además habrá que enfrentar en cada caso los criterios de selección (para que no ocurra lo que pasó con Santa Locura y U2 en el '98, entre otros olvidables bochornos) y la igualdad de condiciones tanto para el telonero como para el artista visitante, lo que podría resultar ser un gran choque de egos o exponer a un emergente músico chileno a un público al que no le interesa su propuesta y que pagó los $20 o $150 mil por el principal artista del cartel.
Exigir un telonero significa un costo que no siempre los eventos pueden financiar. Existen decenas de productores independientes que hacen negocio trayendo a Chile artistas no tan populares pero con los que pueden hacer dinero. Y considerando que esa ganancia o inversión deberá sostener también a un artista local impuesto legalmente, habrá que pensar más de dos veces antes de invertir. Legalmente ¿habrá que pagar al telonero por su actuación o estará bajo el concepto de "promoción"? (además de los costos de traslado, catering y otros gastos de producción). Insisto, de los más de 100 shows que se deben hacer al año, hay una sola Madonna que llena el Estadio Nacional dos días (insisto con Madonna porque la propuesta de los diputados hace alusión a la cantante en su presentación AQUI). Muy distinto es el caso, de por ejemplo, Coldplay que pidió telonero local y selecciono a Saiko para sus 2 shows en Santiago.
Según publicó EMOL los diputados que apoyaron la iniciativa son Ramón Farías, Álvaro Escobar, Isabel Allende, Carlos Montes, Marco Enríquez-Ominami, entre otros. (Más info AQUI)
Regular los valores para un sistema de pre venta es involucrarse con puntos que competen sólo a la empresa privada, que en el caso de existir irregularidades se puede recurrir el Servicio Nacional del Consumidor. Y la imposición de una zona para minusvalidos puede ser muy injusto porque fácilmente se puede ubicar en el sector más barato de tickets y evitar que se deba abrir un espacio más exclusivo (se desconoce cuántas personas con discapacidad física asisten o asistirían) al costado del VIP, de mayor costo.
Es de esperar que los diputados involucrados consideren la opinión, intereses y experiencia de los grandes y pequeños productores de eventos, que son quienes trabajan sobre estos mismos soportes legales y de seguro algo tendrán que decir al respecto. No sólo la opinión del sindicato de artistas es lo que vale, acá también hay industria y consumidores que pueden opinar respecto a montos y condiciones que existen o debieran existir en los recitales en vivo. Lo peor es imponer condiciones bajo ese lema de "el desarrollo de los artistas" porque suena impuesto, huele a lobby y que puede convertirse en un sistema privilegiado para unos pocos.
Si el Estado y los políticos quieren que la gente acceda y escuche música chilena, que financien festivales en regiones, multitudinarios y populares, con más artistas de los que les han cantado en campañas, para abrir la dimensión de audiencias. Que se gestionen ferias de música, donde el público se pueda reencontrar con material discográfico y audiovisual de Violeta Parra y otros grandes de la música chilena, además de escenarios diversos con clásicos y nuevas generaciones. Ejemplos como Cristal en Vivo, Garage Music, Crush Power y La Cumbre del Rock Chileno han demostrado que hay gente interesada. Pero nada peor que tratar de imponer cultura, eso fue lo que ocurrió en régimen militar y ya saben como terminaron de desorientadas nuestras cabezas, con un ojo en Londres y el otro en Japón.
Lo que menos me gusta es que hay gente que se llena la boca con la música chilena y con suerte asisten a los conciertos de Joan Manuel Serrat. De repente no tienen idea de lo que estamos hablando, menos de lo que mucha gente escucha.
Para considerar:
Ejemplos concretos de difusión; MúsicaPopular, la más completa biblioteca virtual de música chilena (albergado en el sitio patrimonial Nuestro.cl, auspiciado por ENTEL) que sólo contó con 2 fondos concursables para su creación y lanzamiento, pero que actualmente no dispone de financiamiento de ninguna institución. LaPerladelDial, emisora AM y online de Grupo Dial (Copesa) y Radio Uno (97.1) del consorcio Iberoamericana Radio, que en la última encuesta de sintonía radial debutó con una importante audiencia considerando sólo sus primeros meses al aire.
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