El debut como cantantes de Carla Ochoa, Luli y "La Robonita" Cathy Barriga sobrepasa el punto de equilibrio dejado por Kike Morande y el esforzado Rene de la Vega. Nos habíamos acostumbrado a que las divas pop de la farándula criolla se pelearan en estelares y pasarelas, pero grabar canciones y salir a cantarlas en público es necio y excesivamente pretencioso. Porque una cosa es salir de fiesta y cantar en el karaoke, y otra muy distinta es convertirse en modelo y cantante. No todas tienen las agallas -ni elegancia- de Carla Bruni.
Hace unos días hicimos con mi novio un especial con las Divas pérdidas de la canción romántica chilena. La generación de cantantes que debutaron en los 80's y se desvanecieron durante la transición. Patricia Frias, Claudia Muñoz, Tatiana Bustos, Soledad Guerrero (que acaba de lanzar su tercer álbum) y Andrea Labarca. Voces profesionales que se extraviaron en el kitch y la nostalgia AM, injustamente, considerando que hoy cualquier sostén con buenas tetas puede grabar una canción y sonar en radios.
Teniendo detrás un legado musical tan privilegiado con Violeta Parra, Cecilia, Myriam Hernández y las nuevas generaciones de vocalistas, resulta una verguenza encontrarse en un estelar de televisión con una Carlita Ochoa cantando. Una falta de respeto para todas las artistas que alguna vez no han sido recibidas porque no son "tan conocidas". Y ahí esta la mejor diferencia entre el conocimiento público que existe frente a un personaje, a partir de lo que los medios de comunicación se han decidido a mostrar, versus el valor que tienen artistas y creadores que han logrado comprometer sus obras en las vidas de otros, sin tener que considerar la popularidad o caracteres físicos que pueden haber influenciado su propuesta.
Hay prejucio frente a que cualquiera de estás 3 reconocidas chicas de pasarela, es cierto, pero quizás alguna pudo haber grabado una buena canción y dar la sorpresa, pero al escuchar sus respectivos sencillos es inevitable tomarselas en serio. No hay voz, el sonido es básico y la letra es un jingle mal escrito. De las 3 descaradas no se hace ni una.
Esto suena como otro invento más de gente que está acostumbrada a la exposición porque vive de todo aquello. Es gente que promociona ropa interior en las discotecas y ahora se reiventan como cantantes. Pero estás chicas no son modelos, no son cantantes, sólo buenas estrategas que sobreviven en el dudoso y porfiado mercado del escándalo, sin verguenza, sin talento pero mucho sostén que mostrar.
ESCUCHE (Y CORRA POR UN BUEN DISCO)
"Dicen" de Cathy Barriga
"No Quiero Parar" de Luli
"Caricias Perdidas" de Carlita Ochoa (cualquier coincidencia con "Enamorada" de Paulina Rubio es una casualidad)