9 may 2008

CHARLES AZNAVOUR; Al Maestro con Cariño

Lo que parecía un concierto más dentro de la amplia agenda capitalina se convirtió repentinamente en la ceremonia más importante de la semana para las elites sociales, con localidades agotadas hace semanas para la primera función de Charles Aznavour. Sin embargo lo que anoche se vivió en Espacio Riesco fue mucho más allá de las expectativas convirtiéndose en una memorable jornada de grandilocuentes canciones. Protagonista y propietario del escenario el señor de la chanson apareció frente a más de 5 mil elegantes espectadores y durante 26 piezas se dedicó a maravillar con su nobleza interpretativa. Los brillantes arreglos de su orquesta parisina fueron el sustento melódico para la constante reinvención escénica de Aznavour, un coqueto señor que transforma sus 83 años de vida en casi un siglo de conquistas. Mientras en la afueras del recinto los flashes reventaban ante la llegada de algún famoso local, al interior del recinto Charles Aznavour brillaba como el principal y único protagonista de la jornada. Con un micrófono en mano y décadas de talento el artista desprendió de su registro los más recordados estribillos de su discografía, en tres idiomas. Aznavour dominó el lugar y cada uno de los movimientos que provocaron sus canciones, una veintena de grandes momentos musicales a través de una de las figuras más trascendentes de la música popular. Aznavour, más allá de la canción, un maestro del delirio.