Casanova, una de las bandas mejor fundamentadas del pop rock nacional anunció su disolución. Tras dos discos editados, centenares de show en vivo e importantes colaboraciones el cuarteto envío un comunicado en el que informa el término de la formación.
"Los motivos tienen relación con diferencias en la manera de enfrentar el trabajo y la dificultad que aporta el medio nacional al desarrollo artístico" aclaran en el texto.
Una pena, considerando lo bueno y esforzados que son los muchachos. Pero era algo que se venía venir. Sus constantes esfuerzos, dedicación, profesionalismo artístico y musical, que contó con el respaldo de la crítica y de algunas radios nunca logró sobrepasar las expectativas del entorno ni de sus integrantes.
Recuerdo haber presenciado muy buenos conciertos de la banda. Fuí yo de hecho quien convenció al ex Director Artístico de BMG y actual productor Oscar Sayavedra de ir a verlos en vivo porque creía que realmente eran una de las pocas agrupaciones locales que reunián los ingredientes necesarios para su emancipación discográfica. Efectivamente Sayavedra firmó con ellos y durante un tiempo trabajaron juntos en lo que fue su segundo lanzamiento "El Amor es una Trampa Mortal", un buen disco, con un par de notables canciones, sin embargo siempre sentí de que en estudio Casanova no lograba capitalizar la energía, vitalidad e inteligencia de sus shows en vivo. El álbum me sonó planito, sin mucha sangre y demasiado concentración en la ejecución.
Finalmente, a pesar de sus incuestionables condiciones, el grupo confirmó su separación. Su última presentación será este próximo 17 de noviembre en La Batuta. Una noche para escuchar buenas canciones en una de las bandas más atractivas de la escena independiente local de los últimos años, pero que de tanto esfuerzo han decidido descanzar.