14 feb 2007

Dónde Hay Música

"Pareciera que no hay entusiasmo y menos fe en la actual música chilena, salvo algunos casos embobados con la escena independiente. Y peor, tengo la sensación de que todos esperan la nueva separación de Los Tres o el quiebre de Lucybell y Chancho en Piedra para volver a ceder centímetros." En la semana más musical de la prensa escrita el rock nacional no existe. El retorno de The Police y las visitas de Coldplay y Deftones han ganado centímetros en el periodismo diario por sobre los movimientos faranduleros, lo que puede considerarse un triunfo. Sin embargo el optimismo que surge a partir de encontrar y leer más de música en influyentes medios de comunicación se debe exclusivamente a una coincidencia de calendario y en ningún momento se deba a una decisión editorial de volver a situar a la música como la pauta más influyente del espectáculo. Las fechas regionales de Lucybell, Chancho en Piedra, Los Tres, Difuntos Correa, los Bunkers y los festivales Crush Power (Sinergia, Plastilina Mosh, Babasónicos) y Cristal en vivo (Nicole, Joe Vasconcellos, Saiko) han convocado a miles de personas en las playas y centros veraniegos del país, pero hasta ahora ningún medio de comunicación ha sido testigo, y menos, relator del auspicioso proceso. Es decir, el público está en las playas, y la música en vivo se proyecta en terreno, pero aparentemente eso no es noticia de interés para los medios de prensa, pero si hay espacio y disposición para escribir cuatro días seguidos de la reaparición de The Police en la última edición de los Grammy, en Estados Unidos. Y también muy interesantes son las salidas y entretelones de la llegada de Coldplay a Santiago y los efectos de ruido en la presentación de Deftones, como hoy relatan tres importantes periódicos de circulación nacional. Pero por qué no hacer un seguimiento de lo que nuestros músicos y el público masivo esta viviendo en distintos escenarios del país. Por supuesto que resultaría interesante leer un artículo con las reacciones y vivencias de bandas como Sinergia o el reencuentro de Los Tres con el público de regiones. Pareciera que no hay entusiasmo y menos fe en la actual música chilena, salvo algunos casos embobados con la escena independiente. Y peor, tengo la sensación de que todos esperan la nueva separación de Los Tres o el quiebre de Lucybell y Chancho en Piedra para volver a ceder centímetros. Quizás esto es responsabilidad de los encargados de prensa, que claramente la tenemos, en la falta de cobertura y presencia de los espectáculos, pero el periodismo musical no puede simplemente aislarse de este proceso. Es cierto, nuestro país no esta acostumbrado a este enfrentamiento de fechas en la cartelera musical. Los anuncios de Tom Jones, Silvio Rodríguez, Roger Watters, Alejandro Sanz, The Gathering, Pet Shop Boys y Placebo para marzo, y la confirmación para abril de Velvet Revolver, Evanescence, Keane y Raphael son noticia, y merecen una estupenda cobertura. Sin embargo estos eventos de no deben quitarle interés a los movimientos que la musical local produzca en los próximos meses. Y no es un tema de gustos ni de relaciones públicas, esto tiene que ver con el valor y la relevancia que estos músicos nacionales están ejerciendo hoy para el actual desarrollo de la cultura musical chilena. No me gustaría pensar en que alguien tiene que morirse o pelear con otro para generar presencia en las competitivas páginas de espectáculos. Tal vez por eso el trabajo y desempeño de los encargados de prensa es clave en este proceso. Es decir, a partir de la continuidad y dedicación hay que ganar espacio y lograr, por ejemplo, que la edición doble de Leo Quinteros tenga tanto derecho como el nuevo disco de Fito Páez a salir publicado. Factores para decidir y editar pueden existir muchos, pero lo importante es que exista una disposición para desarrollar todo esto. No es común que nos pasemos otro nuevo año esperando que aparezca el nuevo disco de Los Tres para ir a criticar su actual desempeño en vivo. En este caso, por ejemplo, ya han pasado siete meses desde su retorno y indudablemente su presencia en pautas ha desminuido. Tampoco existe un seguimiento a las novedades internacionales de Kudai y Lucybell, que durante el primer semestre 2006 ocuparon las pautas hablando de cifras y logros. O es más, un recuento de lo que es o debió haber pasado con Nicole y su último disco. Asumo esto como un asunto absolutamente irregular. Porque escucho música chilena y sé que si están pasando buenas cosas, de que hay talentos y mejores ideas que las que la industria multinacional trato de implantar en los últimos años. Por eso tiendo a confiar en el periodismo más inquieto y atrevido (Paniko.cl, Super45) que se atreve a buscar nuevas alternativas en lo musical y a la vez potenciar desde sus tribunas algunos proyectos que avanzan y maduran desde los circuitos de la autogestión hacia un público más amplio (Gepe, Teleradio Donoso, Javiera Mena, Guiso, The Ganjas, Francisca Valenzuela, Colectivo Etéreo). Da gusto ver que Chris Martín le gané en centímetros a la nota de Jordi Castell de ayer en La Tercera, de verdad es un privilegio. Y no es un problema personal con el fotógrafo, por el contrario, pero me sucede que como veo televisión todos los días y acostumbro verlo en más de algún canal como figura del espectáculo lo que menos me interesa es comprar el diario y que encontrarlo nuevamente ahí, ni a él, ni a Marengo, Olivari, Ballero, Avello, Warner, etc, y todo ese circulo de rostros que su único aporte es en hacer de la televisión un mundo competitivo y egoísta desde el punto de vista cultural. Solo espero que a partir de los resultados de cobertura y venta de Coldplay, Deftones, Tom Jones y The Police, o el sencillo debut de Sergio Lagos el periodismo musical reaccione y genere desde sus mesas de trabajo un nuevo debate en las reuniones de pauta, que desafíe y proponga, que revise las agendas y quizás, quién sabe, puede dar inicio a un nuevo espacio de discusión, reflexión y referencia de la música chilena actual. Probablemente alguien o usted ya lo intento, pero quizás no fue suficiente, y ahí tiene a La Cumbre del Rock Chileno y las giras de verano como referencia de que algo esta pasando, el asunto está en saber reconocer y en cómo puede ser tan importante el último concierto de Coldplay como el próximo de Los Bunkers, y si ambos tiene un público dispuesto a pagar una entrada por su talento, ¿por qué no? Donde hay espectáculo siempre habrá música.