Laura Pausini en Palau Sant Jordi |
EN CAMBIO SI
La estrella italiana regresó a Barcelona a saldar una deuda tras varios años de ausencia sobre los escenarios españoles. Ante unas 6 mil personas en el Palau Sant Jordi presentó su nuevo álbum y las más esperadas canciones, una combinación de pasados y presente que bordea en el límite entre sus inquietudes y lo ineludible.
Nadie puede poner en duda la calidad vocal y la veintena de éxitos de Laura Pausini, en eso es intocable, también en su sentido del humor y cercanía propio en su naturaleza y que le ha permitido construir su sello; La italiana más latina. Pero entre acomodarse en su cancionero más vendido y proponer nuevas cosas la baladista ha sido firme arriesgando, aunque hasta ahora sin mayores alteraciones en su lista de éxitos (su último hit 'En Cambio No' ya cumple una década) la cantante defiende su inquietud por probar ritmos latinos, timbres bailables y nuevos arreglos que apelan a la evolución y que sus incondicionales "pausinos" como ella los llama, disfrutan.
Un delicado diseño de escenario y pasarela que le permiten cambios de vestuarios y plataformas, una banda estable de seis músicos y un grupo de cuatro coristas a cargo de los intermedios interpretando -innecesariamente- algunos covers pop. Es cuando el escenario la ilumina solo a ella junto a un piano para cantar 'Entre tú y mil mares' cuando se produce la magia, ella está por sobre todo lo que la rodea. Fueron más de dos horas de canciones y otros veinte minutos de interacción como cuando interpretó "es imposible separar así la historia de la España con los españoles" (La Soledad) en pleno conflicto catalán por lo que minutos después comenzó a hablar de catalanes, alguien corrigió por interno lo que pudo desatar un conflicto por su sola espontaneidad.
Aunque el mayor problema de su tour está al minuto de hacer el set-list al sobreponer canciones nuevas (al menos 11 temas del disco 'Hazte Sentir' y dos que se repiten en el bis) quedando éxitos fuera o otros clásicos reducidos a extractos (medley). Y aunque falta tiempo para procesar el disco salvo el sencillo 'Nadie ha Dicho' (interpretado en versión balada y en modo urbano) las canciones nuevas se sienten como intermedios, solo se sostienen en la calidad vocal y proyección de la interprete (las estrenadas 'Verdes a medias' o 'Dos Ventanas' ganan más en el directo). Pero siguen siendo 'Como si no nos hubiéramos Amado' y 'Escucha Atento' los momentos más sólidos junto a su banda y el público triplica su volumen cuando aparecen las más clásicas 'Se Fue', 'Amores Extraños', 'Víveme' o 'En Cambio No' con una cantante que celebra 25 años de experiencia pero que se encuentra en la disyuntiva de interpretar sus mejores baladas radiales o ser una artista pop en la era digital.
Un cambio de estilo, si, ella siempre se ve segura y orgullosa de lo que interpreta pero ante la posibilidad de perder a la baladista (¿hay alguna explicación para su baja de público anoche?) es tiempo de resolver lo que resulta necesario y urgente, lo fundamental y lo que se puede arriesgar, aunque probablemente de la manera que Laura Pausini ha conducido su carrera sabe mejor que nadie lo que su público quiere y espera de ella.
Roberto Carreño, desde Barcelona