Hasta hace algunas semanas hablar del regreso de Aleste podría ser una de las tantas bromas que suceden con los supuestos reencuentros de bandas chilenas que luego de ser promesa se separan. Pero lo cierto es que con afiches en las paredes de la capital el grupo anuncia un único concierto para el 30 de julio en el Teatro Teletón. Y no se trata de un evento Kitsch que acostumbran a rescatar casos perdidos, es un concierto más fiesta que los organizadores definen como "A todo 90". El revival noventero no tiene nombre ni limites.
El supersingle 'Hay un Limite' marcó el punto más alto de la historia de Aleste, una banda local heredera del glam rock norteamericano aunque con una clara coloración pop y canciones influenciadas por jingles publicitarios, con mejor resultado que Diva (del rockero Alfredo Lewin) y menos onda que Andres de León, generacionales que compartían un perfil estético y sonido. Baladistas con chaqueta de cuero.
Su álbum debut 1993 (Polygram) también aseguro en radios la balada 'Nadie Como Yo' y rápidamente se habló de éxito y proyección internacional, con una presentación en el Festival de Viña como punto de partida, sin embargo el vocalista Rodrigo Espinoza conoce a la cantante mexicana Yuri, se enamora y parte a México dejando a medias la pre-producción del nuevo disco y las expectativas frente al progreso de la banda, que graba con el guitarrista fundador Alfredo Alonso como cantante un segundo álbum 'Aleste del Cielo está el Paraíso' (1995) sin mayor repercusión en un año donde La Ley, Los Tres y el Nuevo Rock Chileno daban nuevas señales para la música nacional.
Aleste pasó a la historia como una de las tantas anédotas de la música pop local, marcado por el estribillo de 'Hay un Limite' que en Youtube supera las 250 mil visitas del video clip. Y en el 2010 Aleste reaparece en cartelera y espera convocar a 2 mil personas en el Teatro Teletón. Un concierto que está lejos de cambiar la historia del grupo, con una reunión que como toda su trayectoria no es más que una anécdota, y que produce más morbo que fanatismos.
En los últimos 2 años bandas noventeras como Venus, Canal Magdalena, Supernova y Ariztia han anunciado sus regresos buscando recuperar el tiempo perdido y golpear la memoria colectiva con su canción más recordada, puro revival generacional, que aunque suene distinto todos buscan reencontrar a una misma generación. Pero una cosa es la experiencia de volver a escuchar en viv0 a Los Peores de Chile, De Kiruza y Santos Dumont y una muy distinta es observar el regreso de Aleste. Pero es cierto, en tiempos como hoy no hay limites para la música, menos para quienes buscan sacar algo de dinero con lo que queda de ella tratando de darle peso a un proyecto que no fue más que un chascarro para un cancionero popular tan interesante como el que se ha producido en Chile.
Aunque estoy confiado que el evento será un éxito para los organizadores y que unas 2 mil personas van a corear "hay un limite que rompe el deseo, un deseo que va más allá, hay un limite que cruza el placer carnal" pero esperemos que por el bien de muchos ningún periodista de TV califique esto como una función de "rock chileno". Si no podemos poner limites habrá que dejar en claro las reglas.
Aleste. Viernes 30 julio. Teatro Teletón. Entradas Puntoticket
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