Las presiones y el lobby político de "los representantes del arte y la cultura" en el Congreso ya tienen resultados positivos para las Sociedades Autorales. Y como en toda decisión partidista (si a alguien le quedan dudas los vínculos entre algunos actores y músicos con el gobierno no sabe el sistema en el que está parado) somos los consumidores y promotores de la que música quienes pierden con estas negociaciones.
En voz de "los artistas" un par de organizaciones ha levantado el dircurso de la representación y legitimidad de los creadores que según el nuevo proyecto de Ley de Propiedad Intelectual, promovido por el Ministerio de Cultura, dañaría sus derechos autorales. Por eso iniciaron una fuerte campaña (¿finanziada por?) y un trabajo de lobby en los pasillos del Congreso y Consejo de Cultura para revertir los puntos de la actualización legal del concepto autoral.
El acuerdo del Gobierno y las sociedades autorales corrige varios puntos del proyecto original (ver foto), entre los que destaca lo que será la libertad legal de las organizaciones para cobrar a las empresas proovedoras de Internet un porcentaje por conceptos de autor y reproducción de contenido intelectual. Lo que significa que tarde o temprano VTR, Telefónica o quien sea incluirá en su factura un cobro por Derechos de Autor, y sino es bajo ese término las empresas buscarán el modo de cobrarlo para no salir perdiendo, porque este es un conflicto de dinero entre sociedades y empresas que invierten y ganan, millones.
Unos a nombre de la tecnología, otros discuten a nombre del arte y otros en favor del "público y de la gente". Usuarios todos, no están cagando hace rato y nos van a seguir jodiendo. Por lo que si usted va a invertir en un plan de internet o en un disco, pienselo bién y trate de pagar lo menos posible, porque siempre estamos pagando demás y financiado a gente con la que no tenemos -ni queremos- nada que ver.
De hecho, según esta misma gente Tatiana Merino es "artista".
Ojalá que está misma gente que levanta la bandera en favor del arte y la cultura se pronunciará contra el monopolio de la principal distribuidora de discos en Chile, y la exoneración que sufrió Anita Tijoux y Los Bunkers de sus tiendas por temas particularmente de industria. Su no pronunciamiento deja en evidencia que hay intereses y relaciones que procuran resguardar, por lo que lo injusto dura hasta que termina la conveniencia.