23 nov 2007

¿Quién quiere música chilena?

El ministerio de Cultura entregó a Archi (Asociación de Radiodifusores de Chile) un total de 2.500 discos compilatorios de música chilena que serán distribuidos entre 50 emisoras del país. El repertorio incluye a Santo Barrio, Schwenke y Nilo, Luis Orlandini, Andreas Bodenhofer, Ángel Parra, Roberto Parra, Magdalena Matthey, Francesca Ancarola, Carmen Prieto y Claudio Narea, entre otros.
"Contribuye a posicionar nuestra música en la parrilla programática de las radioemisoras, en las que por lo general predomina la difusión de la música extranjera" declaró la Ministra Paulina Urrutia.
Nuevo error gubernamental, si creen que por el hecho de obsequiar discos, los medios de comunicación están obligados a difundir un repertorio local que no necesariamente tiene relación con las parrillas programaticas o incluso, con la apreciación ideológica de cada medio.

Las radios no están ni deben ser obligadas a programar música chilena, salvo que, las canciones lo ameriten según el rango de selección. Y si alguien quiere acusar injusticias, como las preferencias por las multinacionales en algunos consorcios o el favoritismo por las bandas amigas de sus directores, que compre un buen disco y lo escuché en su casa. Porque si algún director o programador se equivoca en apoyar a ciertos proyectos es su decisión pero también su riesgo.

La música chilena sonará siempre, pero no por una ordén estatal, sino porque hay artistas que han tenido el talento y las oportunidades suficientes para coincidir con el gusto de un director de programación como con el público.

Hay canciones que son hechas y pensadas para las radios, otras que por su condición sonora y equilibrio técnico tienen más posibilidades que otras, pero hay repertorio que no tiene las condiciones mínimas de duración, sonido y formato, y eso hay que saber decirlo.

Y así como dudoso puede ser, escuchar a proyectos como Monik, Sónica o Inestable en algunas radios juveniles, también resulta cuestionable la mirada que entrega este compilado del Ministerio de Cultura. ¿Cuál fue el criterio de selección de lo que sería música chilena, Ministra? Permitame cuestionar pero esto me recuerda a campaña Concertacionista, porque Francesca Ancarola no me suena desde el himno a Bachelet. ¿Es que no basta con financiarle sus discos a la interprete a través del Fondart sino que además trabajar en su promoción?
No sé qué tan cercana sea la ministra con la nueva generación de músicos chilenos, que desde la independencia han generado mayores efectos contraculturales que otros consolidados, en los últimos cinco años. Recuerdo que ví a la Ministra sentada junto a Gepe en una entrevista en Cadena Nacional de ViaX, donde la anunció como una revelación. Bueno, está Gepe y varios más, con tanto y más mérito artístico que varias de las obras que difunde, ahora, a través de su Ministerio.

Es más ministra, si quiere difundir música chilena popular, vamosnos a la tradición y exporte compilados de Violeta Parra a Punta Arenas hasta Bélgica, que desde algún punto hay que comenzar.

Esto de fabricar discos e imponer canciones como "esto es la música chilena" se parece más a una vieja táctica de la Junta Militar que a una iniciativa cultural.

La gente quiere música chilena, y la busca, en los bares, en discotecas y en los Myspace. Los discos ahora son sólo un simbolo de la vigencia musical de grupos y solistas, y las radios son sólo una ventana de un edificio de posibilidades para difundir y avanzar. Ministra, si quiere difundir música chilena tomé ejemplos como los de La Cumbre de Rock Chileno, y lleve escenarios por el país, con músicos clásicos y jóvenes, tocando y viviendo con las canciones. Mejor, si los acompaña una carpa con discos, con muestra de documentales y fotografías que reincorporen el patrimonio a los asistentes. Eso es difusión.

Este disco compilatario de hoy no tiene ni tendrá mayor valor que cualquier otro entregado por el sello Azul o antiguos intentos corporativos, porque no sé por dónde esta el contendio y la coherencia. Tratar de imponer música, chilena, no es el modo de incentivar a la gente ni menos a las radios. Nuevo intento fallido Ministra, y sus asesores no lo saben. Le sugiero que busque nuevas miradas más allá de lo que dice la SCD o lo poco que se escribe en los diarios. Hay mucho por hacer y seguimos perdiendo el tiempo en proyectos sin respaldo.

El pueblo quiere música chilena, pero gratis y en sus barrios, como siempre quiso la Violeta.