21 ago 2007

El papel de la prensa chilena

¿Quién dice que no esta pasando nada con el rock chileno? Perdón, pero es cosa de poner atención a las carteleras para darse cuenta de que el género no se ha extinguido. A pesar de la inexistencia de una industria discográfica y un mínimo apoyo de los medios de difusión masivos los clásicos y el nuevo rock local continúa generando efectos en sus respectivos segmentos a consta de trabajo y exclusiva dedicación. Si bien, no podemos hablar de grandes fenómenos si sería justo poner más atención en la nueva generación de autores, que observando el panorama global de latinoamérica parecieran tener mucho más sentido, vocación y futuro que bandas extranjeras absolutamente sobredimensionadas como Panda, por sólo dar un ejemplo.
Aunque las situaciones son incomparables y las conclusiones pudieran resultar incluso absurdas, mientras en Chile se editan discos tan brillantes, musicalmente, como "Los Accidentes del Futuro" de Leo Quinteros y "Dinero y Terminación Nerviosa" de la MediaBanda, o una banda como Congreso celebra 38 años de historia, la prensa local continúa preocupandose de los detalles del nuevo concierto de Soda Stereo (y aún quedán 2 meses) o de una insignificante multa para dos megaproductoras.
La conversación sobre lo que no y si sucede en la música chilena actual puede ser amplia, como de felicitar a Javiera Mena por su buena acogida internacional y al menos considerar su reciente edición en tierras niponas (desde Criminal que no escuchaba algo asi). O revisar y comentar el debut de Pedro Frugone, por ejemplo, que a pesar de la poca fé que se le tenía creo que grabó su mejor disco desde "Invisible" de La Ley en 1995. E incluso se puede hacer una revisión de lo que ha pasado con el anunciado disco de Sergio Lagos que a meses de su sálida ha ido perdiendo efecto en los medios. Y si no es mucho esfuerzo, no viene mal hacer una mirada a los pocos escenarios que sostienen a los músicos locales, o el buen uso de las nuevas plataformas tecnologicas como Myspace, que a esta altura importa mucho más que MTV para los consumidores de música.
A excepción de Francisca Valenzuela y su bien catalogado debut, y lo que fue la sálida del segundo álbum de Gepe, el rock local no existe en la prensa local. Tal vez la responsabilidad es de los representantes por no ser capaces de generar relaciones públicas con los medios de comunicación de alcance mayor como la tv y los diarios, o de las mismas bandas que actuán frente a la prensa como enemigos en vez de dar un uso favorable a las entrevistas. Aunque también podemos acusar el periodismo de comodidad si esperan que el próximo fenómeno de la música le sea informado por mail a su ordenador.
Si Lun es capaz de reflexionar en edición de domingo sobre las adicciones de la chica de moda de Londres (Amy Winhouse) por qué no puede dedicar un mejor espacio al éxito de una autora local como Francisca Valenzuela, que se gana los créditos y el público con puro talento. ¿Es qué debemos involucrarla en un escandalo o esperar que se gane un Grammy para prestarle más atención?, porque aunque es la músico chilena más publicada del año aún no es suficiente teniendo en cuenta sus dotes musicales, estéticos y su proyección comercial.
Aunque Myspace, Youtube y otros fenómenos de comunicación son la mejor herramienta para los músicos de hoy, sigo esperando más de la prensa local. Faltan más medios dedicados a la música, a su creación y desarrollo. Lily Allen es un éxito gracias a su Myspace pero tambien a la crítica y a las entrevistas de la prensa que comenzó a prestarle más atención. Y nadie espera que los medios le hagan las relaciones públicas a Javiera Mena, Gepe (aunque en algún momento ocurrió), Leo Quinteros, Manuel García, Francisca Valenzuela o a Colectivo Etéreo, pero si creo que no pueden dejar pasar sus talentos como otra anécdota más en la música chilena, porque probablemente esta nueva generación si tiene las condiciones y el ánimo de vivir de la música. Y su principal diferencia con las generaciones antecesores es que esta vez no hay ejecutivos ni grandes directores de marketing pensando por ellos, que fue lo que mató a la prometedora generación de los noventa.
Quizás esto sea un tema de formatos y lo mejor sea cambiar la diagramación actual de la prensa, y en vez de dedicar un artículo de 40x50 al embarazo de la modelo de moda eso se pueda resumir a la mitad y así ceder centimetros a cosa que realmente importen, como la falta de contenido artístico cultural en televisión (y no me digan TVN que Rojo es Cultura) porque en la práctica sólo Hora25 y Panóramica de Canal13 cable se acreditan (y perdón, pero La Belleza de Pensar es otra cosa). Por si no lo saben Canción Nacional en Canal13 marco muy bien, y en la misma señal los especiales de La Cumbre del Rock Chileno promedio sobre 15 puntos pasada la medianoche, entonces pareciera que esto si tiene sentido. Pero regreso a lo de la prensa escrita, que leo, dedican muchos centímetros a la fotografía y al titular en vez de ampliar el contenido, ya sea de la misma nota o abrir nuevos recuadros más pequeños pero igual de influyentes para muchos lectores. La Hora por ejemplo cambió su diagramación y no deja de ser informativo, muy por el contrario.
Falta más opinión, más crítica musical (aunque no nos guste) que incentiven el debate. Los blog`s son parte de este nuevo mercado de medio, donde el Yo Opino, es lo más importante. Diarios como El País por ejemplo permiten el comentario de artículos en su edición online,y la interacción juega a su favor; son el informativo más leído por los españoles. Acá sólo sitios webs como Super45 y Paniko trabajan con formato de blog (aunque muchas veces estos sean mal utilizados por usuarios que pecan de inmadurez comunicacional). Pero como sea lo más importante es el efecto y la reacción, lo que comprueba el hecho de que los medios actuales tendrán futuro siempre cuando compartan ideas con su lectorado. Un ejemplo muy cercano son las repercusiones que siempre generan las cartas al Director en El Mercurio.
El papel de la prensa chilena es el informar, y existen tanto mérito de noticia tanto en deporte como en política y en la cultura, todos ambitos casí incompatibles, pero igual de relevantes para la población. Se debe tener acceso a lo que se esta aprobando en leyes, tambien a conocer los resultados de los tenistas y con mucha más razón a la cartelera de eventos que ofrecen los artistas, donde la gente buscara idenficarse y a la vez reflexionar, ese es el mérito de las artes. Se deben abrir nuevos y más espacios de comunicación, pero tambien se debe permitir el acceso (es absurdo que un disco con financiamiento Fondart cueste 7 mil pesos). La gente quiere participar y músicos inspiradores como Javiera Mena y Colectivo Etéreo son una referencia de una juventud pluralista que utiliza internet y que busca nuevos elementos de identificación, y los medios de comunicación son un rol importante en ese enlace.
El papel de la prensa chilena es muy grande y no se termina con la noticia del día. El rol del periodismo está en buscar, investigar y ejercer el periodismo. Y el resto es sólo responsabilidad de nosotros, consumidores, usuarios, público, audiencia en darle valor a los contenidos, en elegir y comprometerse con todo eso con los que nos identificamos y por qué no, con argumentos propios alimentar ese mismo contenido hasta convertirlo en noticia.
Me consta que todos estos artistas que he citado anteriormente nacieron desde la ingenuidad artística y avanzaron gracias al fanatismo espontáneo, y desde el "boca a boca" han pasado a convertirse en nuevos antecedentes para la música popular chilena y Latinoaméricana. Así que como confío en sus condiciones puedo asegurar que si están pasando cosas en el rock chileno, y como no se veía en años, hay mejores argumentos que nunca para escuchar y defender lo que se esta haciendo a nivel de autoproducción. Entonces hay música, discos, myspace, buenas canciones y cada vez más público disponible, sólo falta recuperar la participación (¿necesaria?, si) de los medios de comunicaciones tradicionales en vísperas de consolidar algo que podríamos catalogar como una generación ejemplar en ejercicio de la música, y esto alguien tiene la misión de imprimirlo.