BAILANDO EN SILENCIO
Existe un cálculo periodistico que dice que los años terminados en siete son determinantes para la evolución del rock y la música popular. The Beatles, Jimmy Jendrix y Janis Joplin son parte de la teoría, que atraviesa décadas hasta 1997 con la aparición de Ok Computer de Radiohead y "Ladies and Gentlemen.." de Spiritualized. Y Chile no puede ser la exepción; en 1967 Violeta Parra terminó con su vida tras grabar un álbum clásico como "Las Últimas composiciones" del '66, 10 años más tarde "Canción del Sur" de Los Jaivas en pleno gobierno militar, y en el '87 "Carrera de éxitos" de Electrodomésticos en voz de la vanguardia.
Y hace una década, 1997, fue un año en particular muy importante para el nuevo rock nacional; La consolidación comercial de Chancho en Piedra y Lucybell después de dos discos, el reconocimiento de Joe Vasconcellos tras 15 años de carrera musical que publicó "Transformación", La Ley girando por Latinoamérica, el fichaje de Gondwana para una multinacional (antes de vender 200 mil discos de su discografía) y "Sigues dando vueltas" de La Rue Morgue como la canción más tocada del año. Un movimiento auspicioso al que se suman los nuevos discos de Criminal "Dead Soul", Los Tres "Fome", Los Tetas "La medicina", el EP de Gonzalo Martínez y sus congas pensantes y Nicole "Sueños en Tránsito" (la misma se convierte en el primer artista nacional que gana un MTV awards) y los debuts de Tiro de Gracia "Ser humano", Solar "Play" y Carlos Cabezas "El Resplandor". Y desde la opción independiente; Fulano con "Trabajos inútiles", el EP "Tony manero" de Santo Barrio, Soto "El último vuelo", Jardín Secreto "El Sonido de Existir" y el debut homónimo de Elso Tumbay.
De este mismo fenómeno se desprende un dato no menor, que es la significativa baja en las ventas de discos nacionales de pop rock. Lanzamientos como "Fome", "Sueños en Tránsito" y "Transformación" no cumplieron las expectativas mínimas de sus respectivas compañias. Sin embargo en la misma temporada artistas como Javiera y Los Imposibles, Paul Barreux y La Sociedad contaron con presupuestos para grabar fuera del país sus nuevos trabajos.
También eran tiempos favorables para la difusión de los nuevos lanzamientos locales; radio, revista y canal Rock and Pop actuó como referencia para las otras emisoras y medios, Copesa publicaba a través de La Tercera el suplemento musical Subte y El Mercurio imprimia semanalmente Zona de Contacto. Mientras que los hermanos Mujica hacían sus esfuerzos con revista Extravaganza, clave para la creación y desarrollo de la música alternativa, que dio inició a lo que hoy se conoce como escena independiente.
A pesar de la ausencia de internet los canales de conexión entre público y nuevas propuestas parecían más cercanas e incluso se podía observar una mayor participación y militancia de grupos fanáticos que escoltaron a toda esta generación.
Si bien la mayor cantidad de discos se publicó entre 1994 y el 1999, es el año '97 donde el rock nacional alcanzó su mejor momento artístico y comercial. Se editaron discos clásicos como "Ser humano" y "Fome" o modernos como "Sueños en Tránsito" que casualmente 10 años después son catalogados como los mejores momentos musicales de sus dueños, aún vigentes.
Es un año donde las canciones más importante pertenecen a las bandas chilenas. Ex, Lucybell, Nicole, Los Tres, Tiro de Gracia, Chancho en Piedra, entre otros que brillaron durante la temporada.
Ya para 1998 los vientos de emancipación disminuyeron, y sólo se acreditaron los lanzamientos de Javiera y Los Imposibles "La Suerte" (elegido por revista Wiken entre los mejores de la década), Chancho en Piedra "Ríndanse Terricolas", Lucybell "Lucybell, "Gondwana" de Gondwana", Canal Magdalena "Teledirigido", Machuca "¡Viva Machuca!", "Vértigo" de La Ley, Los Morton "Arriba e`la pelota", Mandrácula, Los Miserables, Fruto Prohíbido y los independientes Sien, Jirafa Ardiendo y Congelador con su debut homónimo (de los mencionados sólo Chancho en Piedra alcanzó categoría platino por más de 25 mil copias mientras que Gondwana superó las 60 mil en su primer año). Este mismo año se cierra revista RockandPop, y un año más tarde desaparecen Canal2, Subte y revista Extravaganza deja el papel.
A partir de esta baja en la industria sólo "Vivo" de Joe Vasconcellos (1999) y "Gondwana" de Gondwana (2000) superaron las expectativas de ventas locales e incluso duplicaron su promedio, pero la baja general se produjo justamente al finalizar 1997.
EN EL 2007
El panorama actual se distancia mucho de lo que ocurría hace 10 años. La difusión de nuevo rock chileno sigue siendo baja en radios, las ventas de discos no son más que una pequeña referencia, los escenarios donde tocar son cada vez más reducidos (con la única exepción de la segunda sala SCD ubicada en mall Plaza Vespucio). Los medios de comunicación ya no analizan ni reflexionan mayormente sobre lo que ocurre en materia musical, ni menos nacional, por lo que la principal herramienta de difusión, promoción y marketing es la internet a través de portales como Youtube, Myspace, Blog y Fotolog, testigos del renacer de la nueva canción chilena desde sus links.
Un disco de oro actual en Chile se entrega por ventas superiores a 7.500 copias, la mitad de lo que se exigía hace 10 años. Actualmente muy pocos han superado esa cifra (Los Tres, Los Bunkers) por lo que la proyección promedio es de 3 a 4 mil unidades por un disco medianamente exitoso. Pero los discos no son negocio para los artistas, y si en algún momento lo fue yo aún no nacía, por lo que el desempeño real como trabajador de la música se da con las presentaciones en vivo, con escenarios como El Living (150 personas), La Batuta (350 personas), Sala Master (150 personas), Salas SCD (150 y 300 respectivamente) a recintos más amplios como discoteque Blondie (1500 personas), Sala 1 de Cine Arte Alameda (300 butacas), Cine Normandie, Sala Matucana 100, Teatro Novedades, Teatro Teleton (2.000 personas) y Teatro Oriente (800 personas), y para bandas más populares Teatro Caupolicán (capacidad 4500) y Estadio Víctor Jara (capacidad 3500 personas) como alternativas en la capital.
2007, diez años después de uno de los mejores momentos de la música popular chilena, las bandas y solistas de la actual generación representan a su medida los nuevos formatos artísticos y comerciales por los que comenzarán a regir los próximos debutantes. La autogestión, la búsqueda financiamientos propios y la difusión del "boca a boca" son el ejercicio más práctico para quienes comienzan y buscan insertarse en la cartelera local. Los Tres, Lucybell, Joe Vasconcellos y Nicole ya son independientes (sólo Chancho en Piedra trabaja en una multinacional), por que de poco sirve su trayectoria si no se adaptan a la realidad actual. En el 2007 debutantes como Javiera Mena y Francisca Valenzuela están en igualdad de condiciones para proyectar sus obras que una Javiera Parra o Denisse Malebran. Los medios son los mismos, escenarios, radios y sitios web especializados, están a disposición de todos, con la sola diferencia de la dedicación que se le de sus respectivas propuestas musicales.
Este 2007 fueron publicados los discos de Teleradio Donoso "Gran Santiago", Los Ex "Cocodrila" (Colombina Parra en la foto), Rosario Mena "Perpetua", Gepe "Hungría", Guiso "Es difícil hacer cosas fáciles", Francisca Valenzuela "Muérdete la Lengua", Michu "II", María Perlita "Panc", Mediabanda "Dinero y terminación nerviosa", Muza "Terciopelo", The Ganjas "Daybreak", Transubhiriano "Gira Trip", Perrosky "El ritmo de la calle", Alamedas "Precipicio", CHC "La Cosa", Leo Quinteros "Los accidentes del futuro", Pedro Frugone "Yo objeto", Denisse Malebran "Maleza", Sergio Lagos "Solo", Colectivo Etéreo "iJniaaA", Francisco González "Mi propia luz", Sinergia "Delirio" y "Pausa" de Golem. Pop, rock, electrónica, jazz, folklore que dan un nuevo brillo al cancionero local. Un puñado de buenos singles locales circulan en las radios y la cartelera de conciertos se incrementa a diario. La generación Myspace chilena atraviesa por uno de sus mejores momentos. Y podemos esperar 10 años más para analizar los resultados o comenzar desde ahora a poner atención a lo que se esta haciendo.