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Entrevista en La Tercera |
¿Por qué volvieron Los Tres, Los Bunkers y regresan todos los estandartes del rock chileno? Por plata. El paso del tiempo favorece a la nostalgia y cualquier nombre con algún pasado que celebrar tiene un público dispuesto a pagar por verlos. Pero la reunión de Los Tetas es algo confusa, con un par de señores cuarentones tratando de resurgir a su banda juvenil y sin un integrante indispensable.
Cuando Los Tetas aparecieron en las radios a fines de 1995 con ‘Corazón de sandía’ el grupo fue toda una revelación, como un sonido fresco y nuevo, mostrando una faceta más sofisticada del rap (la estética gangsta-urbana) y desafiando el lenguaje radial con algunos garabatos en sus temas (por entonces pudo ser un factor de censura).
Rápidamente el grupo juvenil (saliendo del colegio y algunos menores de edad) se volvió uno de los debuts más auténticos y promisorios de su generación, con un Disco de Oro (15 mil copias), ganaron el premio APES '96 a la Revelación (por sobre Chancho en Piedra), dos nominaciones consecutivas en los Premios MTV Latino y salidas al extranjero. Sin embargo el segundo disco ‘La medicina’ (1998) no cumplió con la expectativa (menos de la mitad en ventas, bajó la difusión y críticas en contra) y en adelante todo fue a la baja.
Los Tetas no tuvieron buen manejo, eran demasiado jóvenes, a los que la fama no les hizo bien. También el exceso de marihuana y el sexo (las dos temáticas principales de sus temas) con el alcohol y chicas en los camerinos les pasaría la cuenta. Un grupo de jóvenes burgueses con apariencia rebelde pero de contenido poco y discurso inocuo.
De paso el primer disco de Los Tetas abrió paso a las carreras de Tiro de Gracia (la primera vez de Juan Sativo en la radio) y Makiza (el debut de Ana Tijoux en las radios), mientras que sus ex-amigos de Chancho en Piedra en la llamada “Familia Chilenita del Funk” ganaban una enorme popularidad, en un principio una alianza beneficiosa pero que en un par de años se transformó en rivalidad y antes de la partida de Los Tetas a México los marranos ya saboreaban su triunfo.
"Es que nunca fue una batalla. Cristián Moraga, el Cee-Funk, siempre andaba pelando en las entrevistas. Después te veía y te saludaba, no te decía nada en la cara. Si es que estai con el bichito ahí, al final el bicho te termina comiendo" diría Pablo Ilabaca unos años después a la revista Rolling Stone.
Y en el 2004 el grupo se separó después de cuatro discos sin mucho más que decir, musicalmente agotados.
"Al comienzo éramos todos amigos, una familia, pero terminamos como una orquesta de la tele donde los músicos son sólo compañeros de trabajo. Me sentía un poco así" declaró Cee-Funk en Rolling Stone.
Y la misma revista su colega Pablo Ilabaca comentó "Los Tetas hablaban puras weas….. Quizás Los Tetas nunca fueron una banda cohesionada. Yo creo que cagaron porque no sabían lo que querían. Tuvieron un mal líder”. Curiosamente años después cuando Ilabaca abandonó el grupo en el 2018 fue reemplazado por Moraga.
Tras esa primera separación Moraga (único dueño de la marca registrada del grupo) empezó una carrera solista y sus ex-compañeros se reunieron bajo el seudónimo de Funk Attack para ofrecer tocar en vivo los temas de la banda, todos con lanzamientos que tuvieron más prensa como “ex Los Tetas” que público interesado.
Vendría una colección de proyectos y discos prescindibles que fueron abandonados tras la reunión del grupo original el año 2011 con un concierto de regreso de la formación original en el Teatro Caupolicán, lleno para la ocasión. Y luego les fue bastante bien en festivales como Lollapalooza o en La Cumbre del Rock Chileno (con Mon Laferte de invitada), siempre con su repertorio más recordado de los '90.
Aunque el final de Los Tetas se selló el año 2017 en medio de una fuerte polémica por un conflicto personal de Camilo Castaldi (Tea-Time), acusado y procesado por violencia contra su pareja, del que sus compañeros no pudieron desligarse y terminaron cancelando actividades incluyendo un nuevo disco terminado.
Un estilo que a casi 30 años de su debut ha quedado anticuado, a diferencia de otros proyectos contemporáneos como Lucybell o Nicole a los que el paso del tiempo ha dado la razón, y con los Chancho en Piedra fuera de la escena (mientras los hermanos Ilabaca hacen tiempo para volver a juntar a su banda), dos integrantes originales de Los Tetas, Rulo y Cee-Funk (ya más cerca de los 50 años que los 40) anuncian que se reúnen para tocar bajo el nombre de su grupo de la juventud, sin Castaldi por supuesto por el miedo a la funa.
Al igual que esas viejas bandas de los 80’s que mantienen la marca con uno o dos integrantes que apelan al pasado con un par de éxitos en las radios de su época. La jugosa nostalgia se puede exprimir pero como ocurre con el vinagre no siempre resulta como acompañamiento. Y con Los Tetas tengo la sensación que hay cosas que es mejor dejarlas en -esa cada vez más- lejana juventud, y que son un grupo (re) pasado en muchos sentidos.
Por @soycarreno