29 oct 2024

El regreso de Los Tetas, viejos vinagres

Entrevista en La Tercera
¿Por qué volvieron Los Tres, Los Bunkers y regresan todos los estandartes del rock chileno? Por plata. El paso del tiempo favorece a la nostalgia y cualquier nombre con algún pasado que celebrar tiene un público dispuesto a pagar por verlos. Pero la reunión de Los Tetas es algo confusa, con un par de señores cuarentones tratando de resurgir a su banda juvenil y sin un integrante indispensable.  

 Cuando Los Tetas aparecieron en las radios a fines de 1995 con ‘Corazón de sandía’ el grupo fue toda una revelación, como un sonido fresco y nuevo, mostrando una faceta más sofisticada del rap (la estética gangsta-urbana) y desafiando el lenguaje radial con algunos garabatos en sus temas (por entonces pudo ser un factor de censura).

Rápidamente el grupo juvenil (saliendo del colegio y algunos menores de edad) se volvió uno de los debuts más auténticos y promisorios de su generación, con un Disco de Oro (15 mil copias), ganaron el premio APES '96 a la Revelación (por sobre Chancho en Piedra), dos nominaciones consecutivas en los Premios MTV Latino y salidas al extranjero. Sin embargo el segundo disco ‘La medicina’ (1998) no cumplió con la expectativa (menos de la mitad en ventas, bajó la difusión y críticas en contra) y en adelante todo fue a la baja. 

Los Tetas no tuvieron buen manejo, eran demasiado jóvenes, a los que la fama no les hizo bien. También el exceso de marihuana y el sexo (las dos temáticas principales de sus temas) con el alcohol y chicas en los camerinos les pasaría la cuenta.  Un grupo de jóvenes burgueses con apariencia rebelde pero de contenido poco y discurso inocuo.  

"Nosotros, los más chicos, no traemos la marca de fábrica de Pinochet. Ya pasaron 20 años, y yo no quiero estar más achacado. Ahora quiero una fiesta, que todos se olviden los rollos. Y creo que está pasando con los cabros chicos. Están haciendo respetar la forma como ellos quieren vivir para ser felices" decía Cee-Funk al suplemento Subte en 1996.

Además que su compañía EMI era una pequeña sucursal ante grandes mercados como México y Argentina, no tenía cifras para convencer a sus jefes en el extranjeros de apostar por un trabajo de desarrollo internacional a la altura de sus jóvenes talentos, surgiendo al mismo tiempo a nivel latinoamericano -a través de la cadena MTV- junto a Illya Kuryaki & The Valderramas (Argentina), Los Amigos Invisibles (Venezuela) y Control Machete (México). Entonces faltó manejo interno y a nivel de gestión ejecutiva, entre su mánager y el sello como en la mayoría de los casos de la música chilena.  

De paso el primer disco de Los Tetas abrió paso a las carreras de Tiro de Gracia (la primera vez de Juan Sativo en la radio) y Makiza (el debut de Ana Tijoux en las radios), mientras que sus ex-amigos de Chancho en Piedra en la llamada “Familia Chilenita del Funk” ganaban una enorme popularidad, en un principio una alianza beneficiosa pero que en un par de años se transformó en rivalidad y antes de la partida de Los Tetas a México los marranos ya saboreaban su triunfo.

"Es que nunca fue una batalla. Cristián Moraga, el Cee-Funk, siempre andaba pelando en las entrevistas. Después te veía y te saludaba, no te decía nada en la cara. Si es que estai con el bichito ahí, al final el bicho te termina comiendo" diría Pablo Ilabaca unos años después a la revista Rolling Stone.   

Y en el 2004 el grupo se separó después de cuatro discos sin mucho más que decir, musicalmente agotados.

"Al comienzo éramos todos amigos, una familia, pero terminamos como una orquesta de la tele donde los músicos son sólo compañeros de trabajo. Me sentía un poco así" declaró Cee-Funk en Rolling Stone.

Y la misma revista su colega Pablo Ilabaca comentó "Los Tetas hablaban puras weas….. Quizás Los Tetas nunca fueron una banda cohesionada. Yo creo que cagaron porque no sabían lo que querían. Tuvieron un mal líder”. Curiosamente años después cuando Ilabaca abandonó el grupo en el 2018 fue reemplazado por Moraga.

Tras esa primera separación Moraga (único dueño de la marca registrada del grupo) empezó una carrera solista y sus ex-compañeros se reunieron bajo el seudónimo de Funk Attack para ofrecer tocar en vivo los temas de la banda, todos con lanzamientos que tuvieron más prensa como “ex Los Tetas” que público interesado.

Vendría una colección de proyectos y discos prescindibles que fueron abandonados tras la reunión del grupo original el año 2011 con un concierto de regreso de la formación original en el Teatro Caupolicán, lleno para la ocasión. Y luego les fue bastante bien en festivales como Lollapalooza o en La Cumbre del Rock Chileno (con Mon Laferte de invitada), siempre con su repertorio más recordado de los '90. 

Aunque el final de Los Tetas se selló el año 2017 en medio de una fuerte polémica por un conflicto personal de Camilo Castaldi (Tea-Time), acusado y procesado por violencia contra su pareja, del que sus compañeros no pudieron desligarse y terminaron cancelando actividades incluyendo un nuevo disco terminado. 

No supieron manejar la situación que evidenció su fragilidad como formación y la liviandad del discurso, una música de entretenimiento basada en sus principales muletillas, fiesta funk y marihuana. 

Y qué injusto puede ser medirnos con lo que pensábamos en la juventud pero cuidado con inventar después que uno siempre ha tenido una posición o discurso. En medio del talento había mucha inmadurez, arrogancia, fuertes problemas de ego y excesos, soberbia, mucho carrete y poco contenido, con un conflicto musical interno permanente entre quienes iban hacia un sonido más funk-rock y la parte rapera de la banda (que es la que más funcionó comercialmente).

El conjunto se desgastó, el trabajo internacional no funcionó y aunque sus compañeros y entorno sabían que Tea-Time tiene un temperamento descontrolado lo aguantaron porque así podían seguir haciendo shows, hasta que el personaje estalló y Los Tetas desaparecieron. 

Un estilo que a casi 30 años de su debut ha quedado anticuado, a diferencia de otros proyectos contemporáneos como Lucybell o Nicole a los que el paso del tiempo ha dado la razón, y con los Chancho en Piedra fuera de la escena (mientras los hermanos Ilabaca hacen tiempo para volver a juntar a su banda), dos integrantes originales de Los Tetas, Rulo y Cee-Funk (ya más cerca de los 50 años que los 40) anuncian que se reúnen para tocar bajo el nombre de su grupo de la juventud, sin Castaldi por supuesto por el miedo a la funa. 

Al igual que esas viejas bandas de los 80’s que mantienen la marca con uno o dos integrantes que apelan al pasado con un par de éxitos en las radios de su época. La jugosa nostalgia se puede exprimir pero como ocurre con el vinagre no siempre resulta como acompañamiento. Y con Los Tetas tengo la sensación que hay cosas que es mejor dejarlas en -esa cada vez más- lejana juventud, y que son un grupo (re) pasado en muchos sentidos.

Por @soycarreno

30 jul 2024

(1994-2024) 30 Años del punto de quiebre del Nuevo Rock Chileno

En 1994 después de 4 años en democracia La Ley y Los Tres se consolidaban como las bandas más promisorias del "Nuevo Rock Chileno" que nació con la Transición. Y en simultáneo desde el sello EMI el A&R Carlos Fonseca dio marcha a su “Proyecto del Nuevo Rock Nacional” y en BMG el ejecutivo discográfico Oscar Sayavedra contrató nuevas bandas bajo la etiqueta Culebra, dos compañías multinacionales que dieron continuidad y reforzaron el trabajo del sello nacional Alerce como primeros impulsores de ese movimiento. 

A diferencia de lo que se ha contado en algunos relatos el denominado “Nuevo Rock Chileno” de la Transición no comenzó en 1995 ni tampoco se trató sólo de una única campaña del sello EMI, de hecho el proyecto promovido por Carlos Fonseca (ex representante de Los Prisioneros y Jorge González y director del sello independiente Fusión) fue el resultado de cuatro años de desarrollo para una escena incipiente que se inició junto con el regreso a la democracia, sin apoyo del gobierno y que desde voluntades personales -de gente como Fonseca- pasó a convertirse en una iniciativa discográfica.


Era una nueva generación de grupos sin domicilio en estilos como el metal, el pop televisivo, la balada o el folclore, que quedarían catalogados bajo la calificación de “Nuevo Rock Chileno” mezclando bandas de punks, raperos, rastas, ska y del rock-pop, comenzando por el hito de Sexual Democracia con un primer cassette capitalino 'Buscando chilenos Vo.1' (1990) editado por el sello Alerce.  


Así entre 1990 y 1994 se lanzaron sus primeros discos Los Miserables, Fiskales Ad Hok, Profetas y Frenéticos, La Dolce Vita, La Pozze Latina y por supuesto Los Tres (todos bajo etiqueta Alerce), Anachena (autoedición), Diva (BMG), Parkinson (EMI) pasando por Aleste (PolyGram) y Los Morton (Fusión) y por supuesto La Ley (primero con Fusión y luego la multinacional PolyGram) con la voz de Beto Cuevas, los más adelantados y populares de su tiempo tras un segundo triunfo en el Festival de Viña del Mar y superar la pérdida de su líder Andrés Bobe.


Etapa en que Alerce dejó partir a sus dos mayores aciertos Sexual Democracia y Los Tres a sellos transnacionales, BMG y Sony respectivamente, por un asunto de capacidades y recursos, y en que la radio Rock & Pop (desde diciembre de 1992) fue decisiva para la difusión de canciones.


Y en 1994 con la incorporación de Carlos Fonseca a EMI el sello inició su "Proyecto del Nuevo Rock Nacional" con la contratación de Los Barracos, La Isla y Lucybell (aunque la edición del disco 'Peces' debió ser postergada por un problema contractual con el financista de la grabación). Mientras que BMG con la dirección artística del argentino Oscar Sayavedra (ex mánager de Soda Stereo y Calamaro) a través de su filial alternativa Culebra firmó a Los Peores de Chile y Entreklles además del grupo metal Criminal y el retorno pop-rock de Nicole (‘Esperando nada’) que resultó uno de los chilenos más exitosos de su década.


También el sello Alerce siguió lanzando el debut de La Banda del Capitán Corneta (‘Perros días’) y desde la autogestión absoluta los Panico publicaron su primer EP, mientras que la escena penquista se reunía en el recopilatorio ‘Octopus, rock en Concepción’ (FONDART) con temas de Machuca y Los Santos Dumont antes de firmar con sellos en la capital.  


Actualmente, tres décadas después el primer disco de Los Peores de Chile es considerado un clásico de su escena (a pesar de la muerte de su líder el Pogo en el 2022), Criminal continúa siendo la banda más importante del metal chileno, Panico son reconocidos como el grupo pionero del rock alternativo nacional y el disco de Nicole mantiene varias de sus canciones entre las más tocadas en las radios del país. A su vez que La Ley Los Tres grababan ‘Invisible’ y ‘La espada y la pared’ respectivamente, discos fundamentales para sus trayectorias y generación lanzados durante el primer semestre de 1995.  


Y el año '95 y hasta finales de la década saldrían varios discos importantes que 30 años después siguen ganando fanáticos y prestigio. Un periodo irrepetible del rock chileno que dio frutos y resultados del que se estará hablando y escribiendo bastante el próximo año junto con conmemoraciones, giras de aniversario y reediciones, porque habrá mucha nostalgia y material para elegir.   

   

18 jun 2024

Ana Tijoux ya no saca la voz

La voz más internacional del rap chileno, reconocida por su talento y activismo “antifa”, ha abandonado la crítica política y la contingencia nacional durante la promoción de su primer disco en una década ‘Vida’. Y Tijoux sí protesta en Instagram o en X por el conflicto en el Medio Oriente pero dejó de quejarse por todo lo que ocurre en su país para no afectar su relación con el actual gobierno, uno de sus principales clientes.

No son 30 pesos son 30 años” proclamó la rapera francochilena Ana Tijoux en medio de las incendiarias protestas desatadas en Chile en octubre del 2019. Y como artista con opinión se mantuvo activa en actos y eventos de la oposición al gobierno del Presidente Sebastián Piñera, etapa en la que lanzó ‘Cacelorazo’ y otros temas inspirados en la insurrección: ‘Antifa dance’, ‘Pa qué’ y ‘Rebelión de octubre’.

Tijoux también apoyó la campaña política del pre-candidato comunista Daniel Jadue, a Bernie Sanders en EE.UU y por el actual presidente electo Gabriel Boric, además de los mítines del “Apruebo” para el plebiscito por la fallida propuesta constitucional (rechazada con el 62%). Siempre posicionada en la izquierda en consecuencia con su historia familiar (hija de padres militantes del MIR) en la temática de sus canciones desde sus inicios en los 90’s con Makiza, su primer grupo de rimas -puntiagudas y transgresoras- formado junto a otros tres jóvenes hijos del exilio.

La palabra 'política' estuvo sobre la mesa desde que tengo uso de razón. Influyó en los juegos que me regalaban, las lecturas, las conversaciones, la música que se escuchaba... La política siempre fue un pilar de nuestra casa y de los valores que recibí” explicó Ana Tijoux en El Periódico de Cataluña .

Su madre es María Emilia Tijoux, filósofa, socióloga, activista pro-inmigración (“miren por la ventana, los inmigrantes están moviendo el país”), académica en la U.de Chile y parte del directorio de la cuestionada UAR (Universidad Abierta de Recoleta) liderada por el procesado alcalde Daniel Jadue, además de ser un referente en proyectos teóricos del Fondecyt. Mientras que su papá biológico Douglas Olivares se suicidó cuando Ana tenía 12 años, como reveló en su primer libro.

La cantautora se define “de izquierdas y feminista”, aunque también es parte de una tradición comunista y hace cosas de comunistas como blanquear al régimen venezolano de Hugo Chávez, la dictadura cubana, el terrorismo en la Araucanía o celebrar el ataque del 7 de octubre 2023 (independiente de los motivos y las opiniones que se pueden buscar para justificar el ataque). Curiosamente, siempre donde hay fuego y violencia está Ana. 

Artista avalada por los elogios de publicaciones musicales de EE.UU como Billboard y Rolling Stone que han colaborado en su prestigio, y también como una figura intocable para el periodismo chileno que recomienda cada uno de sus lanzamientos desde el éxito internacional de su tema ‘1977’ (2009), el más popular de su trayectoria tras su colaboración con Julieta Venegas ‘Eres para mí’ (2006). 

Y este 2024 después de 10 años lanzó su quinto disco ‘Vida’ (2024), el menos político desde su olvidado debut solista ‘Kaos’ (2007) eludiendo la contingencia chilena en su residencia en Barcelona, inspirada en procesos más personales como la muerte de su hermana. Un trabajo en que la artista toma distancia de la subversiva polemista que hasta hace dos años tenía opinión para todo (incluso para provocar a la farándula), en una etapa que podría entenderse como un proceso artístico distinto pero que también deja camino a la suspicacia entre quienes conocen su personalidad, pero no precisamente por el periodismo activista y condescendiente (que la prensa musical sólo cuestiona a los artistas que no les gustan). Pero la explicación y sospecha es que este cambio se debe -probablemente- para no incomodar al actual gobierno y a los adherentes más ortodoxos alérgicos a la crítica.

A diferencia de hace un par de años donde todo era fuego y protesta Tijoux sólo postea de sus conciertos, su disco y por supuesto de Palestina, utilizando un conflicto tan ajeno como lejano para evitar referirse al saqueo político de las fundaciones ligadas al oficialismo y el lento actuar ante las tragedias propias de Chile. En las muy pocas referencias públicas que ha hecho en torno a la contingencia nacional comentó que Están gobernando con miedo y creo que mucha gente lo está sintiendo. Acá dominan las corporativas, acá gobierna la oligarquía” dijo al diario El País en mayo del año pasado.

Pero ¿Dónde está la Ana Tijoux combativa que quería “quemarlo todo”, que celebraba la protesta social contra el modelo y que tenía un constante discurso sobre la desigualdad en Chile? Qué le hicieron, que ahora sólo aparece una artista limitada a hablar de su inofensivo nuevo disco y que en entrevistas desvía la actualidad, incluso en un podcast politico ideológicamente afín como el programa español Carne Cruda. Que postear de Palestina es un escape y también un artilugio, una opinión inocua que sólo le importa a su tribu, en el filo de la consciencia humanitaria y el marketing personal, porque su empatía no es para todas las víctimas y siempre tiene un sesgo político.

Tal vez es que la cantautora oculta su descontento o rabia por un posible conflicto de interés ante el riesgo de perder contratos con el Ministerio de las Culturas y municipios afines (el beneficioso clientelismo cultural con contratos directos y facturas a sobreprecio del valor mercado), y que atendió los consejos de quienes recomiendan no criticar al mismo gobierno que la invita a interpretar el tema de los Juegos Panamericanos ($119.000 millones facturó el productor del jingle DJ Bitman). También por los contactos de su progenitora y representante con el gobierno.     

Es lo que suele pasar cuando la rebeldía se vuelve institucional, que los artistas se tienen que alinear al discurso oficial y el arte se convierte en propaganda. Y que es difícil ser anti-sistema siendo parte del mismo stablishment, incluso compartiendo principios e ideales pero donde se tiene que esconder la crítica y no se permite discrepar ya sea por conveniencias, temor al castigo de los seguidores más militantes o para no abrir discusiones que puedan ser utilizadas por otros intereses.

Por eso Ana Tijoux y la mayoría de sus pares activos en la campaña del actual gobierno llevan dos años sin opinar (que los artistas en campaña son artefactos de promoción pero no mueven votos).

Quizás habrá que esperar que esperar un cambio de gobierno para que volvamos a escuchar la furia de Tijoux que hasta hace unos años era una voz del descontento y denuncia pero que actualmente, por alguna razón que no se dice, se ha quedado afónica y no puede sacar la voz.

6 abr 2024

Adiós a la Pasión por la Música Chilena

Durante décadas la música se comercializó y consumía en formatos físicos, desde los discos de 45” y longplay de 10 pulgadas pasando por el cassette a lo que fue la época de gloria del Disco Compacto. Y en toda esa etapa siempre estuvo Marta González Marnich, fundadora de la Feria del Disco que por más de 30 años fue el principal punto de venta musical en Chile, empresa que declaró su quiebra en el 2014 pero que está semana cerró su historia definitiva con la partida de su principal figura. 

Todos me decían que eso no debaja plata. Pero a mí me encantaba la música, así que lo hice no más” dijo Marta González a mediados de los 90’s a la revista Rock & Pop. Fundadora, dueña, gerente, líder, anfitriona y principal rostro de su empresa familiar inaugurada en 1956 como un anexo al negocio de electrodomésticos de su marido Humberto de la Fuente. Emprendimiento que comenzó como una pequeña estantería pero que de la mano del desarrollo de la industria y del consumo musical se transformó en la cadena de venta de discos más grande del país controlando más del 50% del mercado durante la abundancia discográfica de los años 90’s, cuando en Chile se vendía más de 8 millones de copias por año.  

Parte del éxito de la Feria del Disco se debió a un marketing macizo que convirtió a “la Martita” en la emperatriz del negocio musical. Aunque ella siempre fue acogedora, cariñosa con los artistas (famosos o emergentes y de todas las ideología) como con sus trabajadores. 

En la tienda se organizaban eventos especiales de lanzamientos, entregas de Disco de Oro y Platino, multitudinarias firmas de discos, y por su casa matriz del Paseo Ahumada pasaron grandes figuras internacionales y prácticamente toda la música chilena de su época. Tuvo su propia revista La Nota, programas de televisión (Top 30, Pasión por la Música), un ranking de venta semanal publicado en un diario de circulación nacional e insertos con la foto del artista que visitaba la tienda junto a su gerente. Y principalmente el adhesivo de la Feria del Disco en todos sus productos, como su sello distintivo. 

El lobby y presión de las compañías era feroz, sus ejecutivos se peleaban por contar con Marta González en sus lanzamientos y asegurar la foto con los artistas en promoción. De sus órdenes dependían muchos éxitos y resultados, pero el monopolio complicó la relación con las compañías y alejó al público melómano (que se movilizó a las pequeñas tiendas especializadas y sólo volvería para buscar rarezas en el canasto de las ofertas) con un sobreprecio que provocó un fuerte daño en la relación entre el consumidor y los artistas que querían vender su música.

También malos manejos en su ticketera (Feria Ticket) y sello discográfico (Feria Music) que terminaron por apalear su marca (Feria Mix) antes de declarar la quiebra de la empresa hace diez años.

Gracias, gracias queridísima Señora Marta, por todo lo que hizo por la música chilena. Respeto y admiración en la hora de su partida” escribió Alberto Plaza en X. “Matriarca querida de otros tiempos donde la música Chilena era parte vital de nuestros sueños. Se entregaban discos de oro y platino y existía más calidez, respeto y diálogo.… Martita, siempre representó eso” publicó Joe Vasconcellos en Instagram. “Gran mujer, impulsora de la promoción de música nacional desde su balcón del paseo Ahumada” escribió Denisse Malebrán en Instagram. Mientras a otros artistas de la época se les olvida hasta su propia historia. 

Cuesta encontrar otros nombres vigentes en la industria nacional que hayan dedicado su vida a la música con el cariño, respeto y vocación de Marta González. Pienso en otras personalidades que han partido, Ricardo García, Carlos Fonseca o el director de televisión Gonzalo Beltrán. También puedo destacar a otras figuras aún presentes en el medio como Marcelo Aldunate (director de la histórica Rock & Pop), Óscar Sayavedra (A&R de la antigua BMG dedicado a manejar la carrera de Gondwana), desde el periodismo Rolando Ramos y Fernando Mujica (fundador de Extravaganza) apoyando el underground, o los trabajos de investigación de la periodista Marisol García, pero son pocos, la mayoría en el medio chileno se ha movido por ambición y narcisismo.

Con la partida de Marta González se despide una gran etapa de la música chilena, en la que había más pasión y objetivos, con una industria incipiente que no alcanzó a desarrollarse pero que heredó su mejor catálogo de discos nacionales y que en muchas de esas miles de copias de CD y cassettes que guardan coleccionistas y fanáticos tienen el logo de la Feria del Disco. Y la sonrisa de Martita continúa ahí.

Roberto Carreño

4 nov 2023

DISCOS: Los Bunkers - Noviembre "sin chispa"

¿Por qué regresan Los Bunkers? Por dinero, como la mayoría de los grandes grupos que fallan por separado y que se reúnen para rentabilizar  con su pasado. Nostalgia que favoreció comercialmente el reencuentro del quinteto penquista que se junta después de 9 años de distanciamiento y dos sub-bandas que nunca estuvieron a la altura del proyecto original. Pero el problema aparece cuando tratan de hacer un disco sobre la marcha y en frío, con temas a los que le faltó rodaje y algún toque de tensión.

Hace 10 años el disco ‘La velocidad de la luz’ (2013) había mostrado un lado más arriesgado y menos predecible de Los Bunkers, buscando distanciarse del exitazo de su disco anterior y que contuvo algunos de los mejores momentos de su discografía. En cambio aquí se les escucha más amoldados a un tipo de rock anémico, esterilizado en su producción y flojo en letras. Y aunque la primera canción ‘Noviembre’ tiene un guiño interesante al pop melancólico de las FM resulta como principio el resto disco sorprende poco.

Y 15 canciones se hace largo, más de la cuenta, porque se nota que el grupo trató de mezclar todas las ideas acumuladas de ambos polos internos (los hermanos Durán y los López) pero al parecer en esa democracia interior no se permitieron la autocrítica para dejar algunos de los temas fuera que finalmente le restan paciencia (‘Tanto’, ‘Vas’, ‘El ruido de las cosas al caer’, ‘Calles de Talcahuano’). Aunque también es probable que el éxito comercial de sus primeros conciertos en vivo le restó presión a la idea de tener que hacer un disco ambicioso de éxitos o aquella obra cumbre que pensaron como su octavo álbum.

Hacia el final en ‘Valle de la luna’ y ‘La ciudad se apagó’ reaparece ese grupo cohesionado que se luce tanto en vivo (Los Bunkers siempre han sido mejor en directo que en sus discos) con más ritmo y la melodía ajustada a su estilo de canción que tiene por principio un respeto por el estribillo. Así ha sido desde sus primeros años que han sabido hacer convivir himnos masivos con otros temas más destemplados. Pero a su nuevo disco le faltó chispa.

Indudablemente ‘Noviembre’ suena mejor que sus primeros trabajos (de muy buenos temas pero técnicamente incorrectos) sin embargo se extraña la ambición de antes (ya no tendrían necesidad), hecho con apuro y sin presión por un grupo que puede llenar grandes estadios con sólo anunciarlo. Aunque también es un álbum que su fanaticada más fidelizada va a agradecer, solo que quizás sea a los únicos que les interese ().

ESCUCHA 'Noviembre' en Spotify.

★★★★★ TOTAL ★★★★ RECOMENDADO ★★★ PUEDE ESTAR BIEN ★★ MENOS DE LO ESPERADO ★ NO VALE LA PENA

Roberto Carreño

PRENSA y DIVULGADOR MUSICAL FREELANCE

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