Foto David Ripoll (Instagram) |
Mena contra Mena
Envuelta en tecno-pop y vestida de charol la cantautora chilena presentó anoche su nuevo disco Espejo en la Sala (2) Apolo de Barcelona. Javiera Mena una estrella de pop bailable y colorido en su contexto alternativo y gayfriendly.
Hemos pasado años viendo shows disparejos de Javiera Mena y discutiendo más de la cuenta sobre fallas técnicas, debilidad vocal y de la falta de un relato. Doce años y cuatro discos después en la capital catalana todo eso ha quedado atrás, como parte del recorrido que le permite hoy lucir diferencias y progresos. La chilena convocó a unos 300 fanáticos locales que conocen su cancionero y se entregan al ambiente de discoteca que monta Mena. Acompañada de dos músicos (batería y un tecladista-bajista españoles) la solista inicia un ritual de beats, secuencias y coros pegajosos con 'Espada' y 'Luz de Piedra de Luna' entre los puntos altos hacia el final del show. Pero también se desprenden las nuevas 'Dentro de Ti' y 'Espejo' que ganan energía en el directo, una sensación de fiesta constante que se mueve entre el pop más radial (Yo no te pido la Luna), la electrónica (Sincronía Pegaso) y el sonido urbano (Intuición) siempre desde un punto de vista producido y sofisticado. Por cierto la cantante encontró su voz, maneja su entonación y posibilidades, ajustada a sus armonías donde más que volumen es poder transmitir.
Incluyó un cover de 'Mujer Contra Mujer' como himno de avanzada para la comunicad LGTBI "está canción cumple 30 años" dice y desata el karaoke entre jóvenes que aún no habían nacido cuando se la jugó Mecano. Porque parte de los créditos de la carrera de Javiera Mena ha sido su identidad (en lo musical, estético y social) que su público también asume, pero aunque este es un concierto bailable con todas las condiciones para sumar más público hay definiciones que lo hacen un espectáculo para fanáticos.
Para su ventaja Javiera Mena en el electropop en castellano solo compite consigo misma.
Roberto Carreño, Barcelona