Bajo el discurso de promover la música chilena en el extranjero el Consejo de la Cultura gasta varios millones de pesos al año enviando a una veintena de delegados a hacer presencia en ferias y festivales del mundo (Canadá, Francia, Estados Unidos, España y otros) giras que hasta ahora no son más que paseos turísticos financiados por el Estado.
En el 2012 gané a través de un concurso en la feria Amplifica organizado por el CNCA un pase al MIDEM, feria de industria musical en Cannes, una acreditación que tenía como costo 600 euros pero yo tendría que financiar pasaje, estadía y gastos. En esa misma edición viajaron otras 15 personas como parte de una delegación seleccionada de voceros o representantes de algún tipo de música chilena (mánagers, sellos, agencias, artistas, medios de comunicación) a los que se les financió en parte o su totalidad pasaje, estadía, acreditación y viáticos. La verdad es que asistí por experiencia y entender cómo funcionaba este tipo de encuentros, de los que solo había leído pero que me sirvió para identificar que existe una industria en el mundo en la que Chile no forma -ni es- parte y que el espacio comprado por el Consejo de la Cultura no transmite nada. Igual está bien Cannes para ir a pasear.
Año 2017 y asistí de manera independiente por primera vez al Primavera Pro, feria de industrias musicales en Barcelona, donde también cada año llega una treintena de chilenos como parte de la comitiva IMI Chile (Industria Musical Independiente) a promover lo que ellos llaman "la música chilena". Un espacio comprado por el CNCA para que se presenten 3 bandas seleccionadas por IMI y los chilenos acreditados puedan generar vinculos con representantes de agencias o sellos españoles. Aunque tanto el 2017, 2018 y 2019 (que he asistido) están los mismos delegados promocionando sus grupos nuevos sin mucho recorrido y cuestionable proyección (a Miss Garrison los llevaron por el mundo para luego disolverse) y con menos de 40 personas viendo los showscase, la mayoría chilenos residentes. Porque en general son bandas que ni siquiera tienen escena en Chile menos aún en España donde tampoco están interesados en contratar nuevos grupos latinoamericanos (denlo por descartado). Aunque esos grupos vienen y tocan por la experiencia y la promoción que significa decir que fueron al "Primavera Sound" sin ser parte del cartel oficial se presentan en un escenario alternativo, pequeñito e instrascendente.
Pero ¿de qué sirve mandar todos los años a un grupo de 30 personas a promocionar música chilena si no se consiguen siquiera una invitación al festival más cercano de su tipo? como por ejemplo el Río Babel de Madrid que selecciona lo mejor del rock pop latino y donde hasta ahora ningún chileno ha sido parte. Y la única vez que el festival Mar de Músicas de Cartagena contó con artistas nacionales fue todo pagado por el gobierno chileno, España solo hizo la invitación.
En Río Babel si estuvo Mon Laferte pero que tiene sello internacional y agencia local que la representa, también Pascuala Ilabaca participa desde años porque tiene un sello español que gestiona su carrera en el circuito europeo de "músicas del mundo", como Soledad Vélez residente en Valencia con sello local y Javiera Mena que autogestionó siempre sus visitas a España y tiene un nombre ganado por mérito propio. Pero ¿qué ha desarrollado el Consejo de la Cultura o IMI Chile tras todos estos años de inversión?
Nada que demostrar.
También se inventaron su propia feria de música en Valdivia (Fluvial) todo con fondos del Estado y la Corfo (que seguro ni se enteran lo que están financiando) donde invitan expositores internacionales para contarles un cuento sobre una "industria independiente chilena" inexistente, con artistas que no cortan tickets, con discos que muy pocos conocen y giras internacionales que sin los fondos del estado no se sustentan ni podrían hacer. A eso le llaman "industria independiente" una que depende completamente de lo que el Estado y gobierno de turno entrega como cuota de apoyo a la música chilena, solo por cumplir y sin análisis ni evaluación de fondo.
Tendría, tal vez, más validez si estás comitivas promovieran algo más que sus productos "indies" y se definiera un catálogo de música país más amplio, gestionaran expositores o conversatorios para mostrar lo nuevo pero también difundir la historia y legado de artistas que si han sido marca país en el extranjero (Lucho Gatica, Quilapayún, Los Ángeles Negros, La Ley, Gondwana, etc) y otras músicas, sonidos o instrumentos que tienen que ver con la identidad del país que dicen representar. Pero eligen bandas que a la primera salida al extranjero colapsan por falta de recorrido y pasas por al stand de Chile en el festival Primavera Sound y venden poleras o bolsas de IMI Chile y discos de grupos incipientes que no aparecen ni en Google. Eso está muy lejos de una marca país.
Pero en esto de "independientes" (dependientes) sobrepone una superioridad moral y artistica bastante vacía y ajena a la realidad porque antes de hablar de industria debiesen por lo menos ser capaces de generar un mercado propio.
Roberto Carreño
PRENSA y DIVULGADOR MUSICAL FREELANCE
Linkedin - Blog Radio Personal - Podcast y publicaciones: Rockaxis - Industria Musical - Paniko - No es FM -