3 abr 2017

Lollapaloza 2017; Atrévete a aceptarlo

Lollapalooza Santiago 2017
Séptima edición del festival Lollapalooza consolidado como el evento más convocante de la cartelera chilena (alrededor de 80 mil personas por jornada) y una instancia que sirve de referencia para tomar el pulso a las bandas nacionales frente grandes públicos fuera de su escenario más natural (clubs para 200 o 800 personas) así también examen de vigencia a grupos con trayectoria como Lucybell y Gondwana. Y aunque la mayor expectativa y atención está en las visitas internacionales es cierto que las bandas locales también ocupan un espacio que puede ser interesante para los asistentes más curiosos que aprovechan de escuchar la mayor cantidad de música posible, principalmente como han demostrado los más jóvenes, desprejuiciados y activos (corean a Villa Cariño o The Strokes con la misma energía). Y aunque se suele reclamar por el horario en que son programados -las primeras horas de festival- la verdad es que algunos tienen más visibilidad y posibilidades en esos horarios que compitiendo con artistas internacionales al atardecer. Pero hay varios chilenos que merecen un mejor horario que una banda tan irrelevante como Cage The Elephan que ya lleva tres ediciones viniendo. También se repite We Are The Grand, banda chilena apoyada por la agencia de Lollapalooza y que va en su tercera intervención, la productora tiene un poder de decisión en la editorial pero tampoco tienen que ser tan explícitos en imponer sus artistas del booking (con los méritos que el grupo pueda tener). Lo que sirve para preguntarse Lollapalooza ¿es un escenario premio para consagrase o el eslabón para lanzar los grupos que nos (les) interesan? O ambas también.

Pero parte de lo bueno del festival es la diversidad de sonidos y el espacio, sino es una banda puede ser otra y por mucho que se trate de imponer algunas cosas es el público el que decide. (Me Llamo) Sebastián repletó La Cúpula (capacidad 1.100 personas) a las 12 del día porque había interesados, pero otras bandas que siguieron en el mismo escenario durante la tarde no lograron repetir esa convocatoria. Mientras Villa Cariño logró hacer bailar una explanada completa al inicio del festival, Alex Anwandter tuvo el espectáculo más masivo en lo que va de su carrera a las tres de la tarde y asistentes coreando la mayoría de las canciones, muchos que venían de cantar junto a Gondwana en un espectáculo mayor que explica sus credenciales en el extranjero. Un Lollapalooza que será recordado por la excelencia de Duran Duran y convocatoria de Metallica como protagonistas indiscutidos.

Las bandas nacionales dejaron de ser el número de relleno del festival, pese a que tienen menor repercusión el público los ha hecho parte, salvo la polémica como el “cara de nana” con Ana Tijoux es poco lo que se publica después, a no ser que monten un show panfletario como Weichafe el sábado pasado, juntaron todos los clichés posibles por unas tantas notas en prensa. Por desgracia es difícil hacer noticia por la música en si misma. 

De pensar en nombres para el 2018; Beto Cuevas, Mon Laferte, Saiko, Los Miserables, Colombina Parra, Santa Feria, Moral Distraída, Matías Aguayo, Soledad Vélez, Javier Barría, Patio Solar, Inverness, The Holydrug Couple o Criminal que hasta ahora no han sido parte. Así como los siempre necesarios clásicos; Chico Trujillo (2011) y Joe Vasconcellos (2014) o el retorno de Manuel García (2013). Un evento que tiene la capacidad de entretener a través de la música; nueva, reconocida, probada y por conocer, aunque el prejuicio diga lo contrario.