15 may 2012

Cuéntame una cumbia original


Tras el fenómeno de Chico Trujillo estallaron en la escena chilena un centenar de bandas de rock haciendo cumbia con propuestas tan interesantes como masivas. La Banda Conmoción y Juana Fé destacan por su identidad y convicción sonora, pero también la moda arrastró a un montón de grupos que se subieron al carro de la victoria con pachanga y una fórmula simplista que está amenazando el panorama. 

En menos de 8 años y 3 discos Silvestre pasó del pop rock melódico a convertirse en una de las bandas más presentes de la "Nueva Cumbia Chilena". Un grupo que cuando hacía canciones se quedó bajo la sombra de Los Bunkers y se pasó descaradamente a los ritmos bailables con covers de dudosa terminación ('Te Recuerdo Amanda', 'El Albertío', 'Loquito por Ti'). Y como escribió el crítico de LaTercera Manuel Maira "Mujeres bailan desatadas y lanzan piropos a Nicolás Torres" la única ventaja de Silvestre es tener un cantante con look de rockero. 

Algo similar sucede con Villa Cariño, los niños bonitos de la cartelera, aparecidos en pleno auge de la movida bailable (2008) y que para asegurarse su ingreso a las radios tributó a Zalo Reyes con una versión pobre y efectista de 'Prisionera'. Y así empezó el abuso del cover en código cumbia para anunciar una banda nueva y los grupos se reproducen como plaga. 

Son versiones más livianas y económicas de las clásicas sonoras de antaño (Pachuco, Los Viking's 5, La Sonora Palacios, La Sonora de Tommy Rey) que han sobrevivido a décadas de modas y una alternativa para todas las discoteques que no pueden contratar a La Noche, Américo, Los Vásquez, Noche de Brujas o Chico Trujillo que realmente han dado nuevos brillos y clásicos a la música bailable. 

Y no olvidar la propuesta de Maria Sonora en el underground a principios de los 90s, el acierto de Sexual Democracia con 'Macondo' y lo de Joe Vasconcellos en gran parte de su cancionero (como 'Las Seis'). Acá nadie ha descubierto nada, la cumbia es colombiana y la fusión latina es previa a la música popular, lo que ocurre hoy es solo coincidencia y es bastante poco lo que se puede rescatar y trascender (salvo excepciones como Chico Trujillo, Juana Fé y La Banda Conmoción).  

Algunos hablan del renacer de la cumbia pero hace rato que el género dejo de ser solo una causa de Año Nuevo y Fiestas Patrias, es lo que suena en la radio más popular de Chile (Radio Corazón) todo el tiempo y anima celebraciones cada fin de semana.   

Pero la mayoría de estos grupos que tienen las calles cubiertas de afiches con fiestas para universitarios pasará al olvido con la fragilidad y falta de consistencia de su propuesta. Esto es una mezcla de pachanga y vino en caja que luego de un par de rondas cualquiera baila y que después de tantas vueltas y lugares comunes también marea.

Gran parte de este movimiento lo que promueve es la diversión y en ese caso no hay nada que discutir, sin embargo algunos intentan catalogarlo como un despertar social o movimiento contracultural cuando justamente lo que mejor hace este tipo de música es ampararse en el sistema y vender moda (sea en el Amanda o el Galpón Víctor Jara).  Y quienes lo justifican como un reconocimiento generacional a la clásica música bailable que había sido menospreciada lo cierto es no había nada que defender si son canciones que han estado presente por más de 30 años (con más o menos valoración en los medios) igual, pero que ahora con tanto nuevo cover su legado está siendo amenazado por una escena saturada de bandas predecibles. Pero como toda moda, es muy probable que en poco tiempo más se  terminen por convertir en lo más aburrido de la fiesta. 

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