La historia dice que las bandas de chicas siempre se pelean y duran menos, y de eso saben Courtney Love, Spice Girls y las Mamma Soul. ¿Puede ser una mujer madre, amiga, esposa y rockera a la vez? Es la historia que ha intentado resolver Rosemarie Vargas, líder del grupo Venus, que retoma su rol en los escenarios con un nuevo álbum y acompañada de su joven hija, Venus.
Hace 13 años, la Rock&Pop vivía su mejor momento en el dial como la radio más influyente para el segmento joven. Tener una banda, grabar un disco y firmar con un sello no era suficiente si no pasaban tus canciones en la 94.1, emisora donde debutaron singles de Chancho en Piedra, Los Tres, Los Tetas, Tiro de Gracia, Gondwana y otros íconos de la década más comercial del rock chileno. Así como también pasaron sencillos sueltos de algunas bandas menos recordadas de esa generación como Jano Soto, Mambu, La Dolce Vita, Los Barracos y tantos otros desaparecidos proyectos que no regresaron, como si lo hicieron Los EX, Los Peores de Chile y Venus, la primera banda femenina de rock local que publicó un disco, "El Ataque de Zorrita" (BMG -1996) y del que se recuerdan los singles "Estás Borracho" y "Zorrita" que apoyaron las 6 mil copias vendidas de su debut.
Venus fue una de las bandas chilenas que tocó en "Adrenalina", la popular discoteca que dio nombre a la éxitosa telenovela de Canal13 durante la década pasada. Venus apareció también en la banda sonora, placa que vendió más de 60 mil copias.
Formadas a comienzos de la década noventa por Rosemarie Vargas que junto a un grupo de inquietas amigas formó una banda fuertemente influenciadas por el punk rock de bandas como L7. Proceso creativo que se fue transformando hasta lo que fue su primer álbum, firmado por una multinacional que contrató al productor Claudio Quiñonez (ex colaborador de Nicole) para el trabajo en estudio. La banda, integrada por Rosemarie, Sara Urgate, Claudia Parra y Claudia Celis nunca quedaron conformes con el resultado, pero las exigencias del sello y la adrenalina de publicar un álbum formalmente las hizo ceder. Eran una época de presupuestos y A&R (Artistas y Repertorio), ejecutivos artísticos que seleccionaban y discutían lo que se publicaba.
El disco de Venus salió en la segunda camada de nuevos discos chilenos del sello BMG, junto a EX, Solar, Huaika y un EP de Mandracula. Proyectos que fueron postergados y olvidados tras el cambio de directorio de la compañia y la prioridad del siguiente lanzamiento de Nicole, Criminal, Javiera & Los Imposibles y el inesperado éxito de Gondwana. Por lo que no existió mayor desarrollo de los artistas ni de sus respectivos discos.
A pesar de la falta de apoyo de la compañia Venus vivió un intenso verano 1997, Rosemarie se había convertido en madre pero cumplió con presentaciones en discoteques y playas de la costa chilena acompañada por su pequeña hija, que llamó Venus. Sara Ugarte, quien se había convertido para los medios en la amiga chilena de Marilyn Manson, le escribe 2 canciones a Nicole para "Sueños en Tránsito" y la banda aparecia frecuentemente entrevistada en programas de Canal2 y espacios de verano en la tv abierta. Pero a pesar de la fuerza mediática que había alcanzado Venus la idea de un segundo álbum se fue diluyendo, hasta que finalmente la banda pone fin al contrato que las unía con la compañia y publicó de manera independiente su siguiente disco. Eran tiempos donde aún la idea de trabajar sin un sello era muy arriesgada y para algunos era el mismisimo suicidio.
"Dolor de Fin de Siglo" (1998) marcó un cambio radical en comparación con el debut. Mucha máquina, más rock y producción (a cargo de Cristian Heyne). El primer video clip "Demencia" mostraba la nueva cara de Venus, esta vez como trío (la baterista Claudia Celis abandonó el grupo mucho antes de que se comenzará a trabajar en este disco). Pero salvo el apoyo de Canal2 poco se supo de este lanzamiento y la banda optó por instalarse en Argentina en busqueda de nuevos espacios para su propuesta, incomprendida en Chile, así como le pasó a Sol Aravena que de Sol Azul se convirtió en Muza, o la transformación de Nicole de "Esperando Nada" a "Sueños en Tránsito", cambios que van más allá de lo estilistico y de lo 100% musical. La prensa le asignó este cambio a la relación que Sara Ugarte habría tenido con Marilyn Manson, que marcó una notoria influencia en el grupo femenino y en las radios chilenas tras su paso por Santiago.
Al otro lado de la cordillera Venus logró lo suyo, fueron seleccionadas en un compilado de Sony Music de rock under seleccionadas por Zeta Bosio (Soda Stereo) y se mantuvieron tocando durante un tiempo. Pero la falta de recursos concretos las llevo a tomar la decisión de disolver el proyecto. Rosemarie Vargas y Claudia Parra regresaron a Chile y Sara Ugarte se casó en Buenos Aires con un ex miembro de Santos Inocentes. Actualmente Ugarte estudia arquitectura en la capital argentina y tiene una banda llamada KIM.
Y hace algunos meses, durante el Festival femenino Hechas en Chile, Rosemarie Vargas presentó a Venus con su nueva formación, con la vocalista Venus Cortez, la misma pequeña bebé que cargo en su vientre y en los brazos mientras el grupo hacía giras con "El Ataque de Zorrita". La niña de 12 años canta, toca teclado, guitarra y tiene personalidad y talento para acompañar a su madre en su nuevo camino musical. Lanzaron un disco "Atrapada" en el que hay una clara intensión por volver a sus raíces con el rock más crudo y dark de los años de la transición chilena. Un regreso que tal vez no tiene mayor relevancia para quienes seguimos Venus alguna vez, pero que es parte de las opciones y derechos de aquellas que bandas que sienten la necesidad artística y particular de volver a ser parte de un circuito que quizás nunca les pertenecio, aunque de seguro muchas chicas que hoy tienen una banda podrían reconocer una influencia de Venus, porque ellas fueron rockeras cuando las mujeres eran fuertemente discriminadas en las salas de ensayo y tiendas de instrumentos. Ahora a cualquiera que paga le regalan hasta la uñeta e invitan a ensayar.
Pero Venus tiene su historia en el rock local como la primera banda de rock femenino que publicó un disco, como un grupo de chicas que en medio del movimiento del Nuevo Rock Chileno hicieron ruido propio y son también el primer antecedente local cuando se habla de los conflictos femeninos al interior de bandas integradas solo por mujeres, como sucedió con Mamma Soul y Las Lilits.
Hoy Rosemarie Vargas se da una nueva oportunidad y acompañada de su hija emprende una nueva historia con el nombre de la banda que le cambió su historia y le dio nombre a una adolescente que nació del rock y que creció entre chicas con guitarras. Rockeras que por muy ciclos, cambios y busquedas que sucedan siguen siendo mujeres, y se hacen esposas, madres, amigas. Y aunque muchas veces algunas deban guardar la guitarra en el armario para cumplir con el rol que su mundo les exige siempre tendrán un corazón de rockera.