12 feb 2009

EL DERECHO DE ESCUCHAR EN PAZ

Para algunos puede ser muy contradictorio que alguien tenga entre sus discos favoritos a Joni Mitchell y una baladista como Laura Pausini. ¿Qué tienen que ver los llantos y sensibilidad de un álbum tan maravilloso como "Blue" con las canciones de amor de la baladista italiana? Tal vez nada o muy poco, porque no existe comparación ni un estatus, más bién solo se trata de música, una que con más o menos credibilidad logra conmover el oído y hasta la conciencia. No existen los "placeres culpables" sólo los placeres, por lo que no siento ningún signo de verguenza al asumir -en público- que con el paso de los años me interesa mucho más lo que está haciendo Laura Pausini, como baladista, más adulta y confiada en lo suyo, que aquellas cantautoras tristes y enojadas de los 90´s que me gustaban en la adolescencia y que ahora me parecen fomes. Es sorprendente que a 16 años de "La Soledad" la Pausini (35) haya logrado consolidar un estilo propio dentro de la balada tradicional, con la elegancia de la Italia pero con brillos del pop y dance. Una canción como "En Cambio No", primer sencillo de su décimo álbum "Primavera Anticipada" (2008) es la mejor prueba de la vigencia de su voz y formato, favorita de karaokes pero también de quienes buscamos canciones de amor creibles. Para el Día de los Enamorados ideal una Pausini, con o sin pareja hay estribillos tan ciertos y emocionantes y tenemos todo el derecho a querer escucharlos, sin miedo a la risa y el prejuicio de quienes podrian acusarnos de "cursis" o "mamones". Para mí "Viveme" marcó el inicio y "Dos Historial Iguales" el final de una misma historia, y tengo todo el derecho para escucharlas y entonarlas en paz, sin que alguien me juzge por preferir una balada de (des) amor en vez del nuevo hit de Madonna (esa señora insiste con quedarse joven para siempre). El derecho de escuchar paz es tan básico como el derecho a quedarme callado y en silencio, como al enamorarse y desenamorarse, asi como el máximo de paz y respeto para todos, ya sea con una canción de la Joni Mitchell, Laura Pausini o la Madonna, todo mundo deberia cobrar su derecho a escuchar, saber y participar en lo que cree.