5 dic 2008

JORGE GONZÁLEZ; AL SIGUIENTE NIVEL

"No tiene sentido publicar material original nuevo en mi patria. A nadie parece interesarle si escribo otra canción alguna vez" dice Jorge González en The Clinic. El eterno ex líder de Los Prisioneros parece resignado frente a un país que juega una inútil dualidad entre la nostalgia ochentera y la evolución mental que algunas nuevas generaciones propagan fuera de los medios oficiales. "Los 80 eran fomes y grises, no habia nada que hacer" dice el artista desde su residencia en México en medio de giras internacionales junto a Los Updates. ¿Tiene sentido para sus seguidores un nuevo disco de Jorge González? Tal vez no, porque probablemente muchos de aquellos ya no tienen tiempo ni ganas de escucharlo, se los trago el sistema y votan por Piñera. "Para qué pagar por ver un concierto en vivo de González si en el mp3 ya están todos los antiguos éxitos que les gustaría escuchar," o a quién le importa un nuevo disco de The Cure si ya grabaron lo que debian hacer hace 20 años. Sucede que el sistema actual (lugares de conciertos, horarios, espacios de difusión) está en manos de quienes alguna vez abogaron por los cambios generacionales y ahora sólo defienden su bolsillo. "El Baile de los que Sobran" se convirtió en himno de karaoke para reuniones de oficina, con tanto sentido y nostalgía como los románticos versos de Yuri y Pimpinela. Mientras los jóvenes de hoy siguen buscando (y creando) algo con que identificarse, intereses que no existen en el "Canal de Todos" ni en el matinal de La Maldonado, claramente. Jorge González es uno de los pocos, sino el único, músico de su generación que sobrevivió a la crisis artística que provocó la transición, alcanzando su mejor momento entre "Corazones" y "El Futuro se Fue" en la primera mitad de los 90's, pero que también ha sabido ir más allá de sus clásicos y apostar algo más que sus éxitos juveniles. "Con el tiempo, entre Los Prisioneros y mis discos solistas creo que, en toda América, se vendieron más de un millón y medio de copias oficiales, cantidad suficiente como para no quejarme si no me compran nunca más un CD en la vida" marca el músico en la entrevista publicada en la edición 10 años de The Clinic. Para muchos un nuevo concierto o disco de Jorge González tiene el valor y la importancia que es una nueva oportunidad para formar parte en la vida de uno de los últimos idolos de Chile, principalmente para los más jóvenes que aprecian en él un discurso y una postura poco común en el rock nacional, un creador que ya está más allá del bién o del mal, del recuerdo o posibles desencuentros, porque Jorge González ha sido una de las pocas personalidades históricas que han podido romper la barrera artística e intervenir en la historia política, social y cultural de nuestro país. Y eso no lo pone en duda el fracaso de un single radial o un concierto menos logrado. Quizás el mayor error de González fue reunir a Los Prisioneros más de lo necesario, bastaba con los 2 conciertos en el Estadio Nacional, y se hubiera evitado los berrinches publicitarios de su ex compañero de banda, que todavía insiste con que quedaron cosas por decir en torno a la última separación del grupo y lanza un nuevo libro. Cuando el 6 de enero del 2007 Jorge González enfrentó a más de 45 mil personas en La Cumbre del Rock Chileno, apoyado sólo en una guitarra, logró lo que ningún otro rockero chileno ha podido capitalizar a través de sus canciones. Fue una sorpresa para él y una revelación para todos los medios que esperaban ver qué y contra quién hablaría el autor de "Mi Destino: Confesiones de una estrella del rock". Un capítulo único en su biografía vigente. Si tiene sentido un nuevo disco de Jorge González o de The Cure siempre cuando ellos lo crean necesario, y como ya nadie vende lo que se vendía antes es imposible comparar o definir como fracaso. Lo que González y Robert Smith tenían que hacer y decir en la música ya lo hicieron, y millones de personas lo valoraron y reconocerán, y frente a eso poco importa lo que pueda decir la crítica o los desilucionados de siempre. La música que suena no es nostalgia sino la que vivimos, las mismas buenas canciones que por más de 20 o 40 años han identificado, movido y seguirán inquietando a las nuevas generaciones. Hay músicos que se pasan la vida escribiendo libros para explicar sus buenos viejos discos, mientras que los mejores, los de verdad, pasaran "Al siguiente nivel". Foto: RetratoHablado.blogspot.com