29 jul 2008

EL TRATO INJUSTO, EL PRECIO JUSTO

La campaña de la SCD "Trato Justo" tiene como argumentos la defensa y reconocimiento de la música chilena, sin embargo detrás de las protestas y patriotismo de algunos artistas está la ingenua idea de dar la pelea a las empresas proovedoras de internet para que paguen un porcentaje de sus ganacias a las sociedades de derechos autorales debido a que el servicio que ellos prestan a los usuarios es el principal culpable del tráfico ilegal de obras. ¿Se acuerda usted de la millonaria campaña "No Mates la Música"? La misma que pretendía detener el comercio de discos piratas en las calles. Bueno, no lo consiguieron a pesar de las protestas y exigencias legales que trataron de imponer a través del lobby político y una inútil campaña de televisión que llamaba el público a no comprar en la calle y valorar el producto nacional en las tiendas de discos. Sin embargo, estás mismas organizaciones nunca se hicieron parte en el incremento de precios y abusos de la principal casa de CD`s, y la manera en que ese monopolio exterminó a Musimundo, Col`70 y la venta en Multitiendas. Es está misma sociedad del derecho de autor que se ha tragado el exilio discográfico que afecta a Anita Tijoux y Los Bunkers en el mercado local. La misma que ha publicado decenas de discos sin repercusión artística, cultural o comercial y no es capaz de hacer un mea culpa con las pérdidas (que puede ir de lo económico a la pérdida de tiempo). "Las megaempresas de Internet y Banda Ancha recibieron el último año 500 millones de dólares en ingresos. Y el 80% del tráfico de Internet corresponde a obras que pertenecen a artistas y creadores a los que no se les paga derechos por su reproducción o tráfico indiscriminado" proclama la SCD en el grupo de Facebook "Trato justo a los artistas chilenos" (con 1.800 usuarios). Aprovechando la nacionalidad y abusando sobre la condición de artista, hay personas que quieren hacernos creer que está lucha es a nombre de la música chilena, sin considerar que el discurso viene de una institución que representa sólo a un parte de los creadores de este país, y en la cual no todos sus miembros están tan conformes ni satisfechos como se muestran sus dirigentes (que vale señalar llevan más de una década en la directiva). No estoy de acuerdo que se le quiera cobrar a las empresas telefónicas porque eso no soluciona mucho ni va a salvar a "los artistas". El trato injusto es cultural, porque nuestro Chile tiene una definición del arte confusa y prejuiciada por argumentos que van más allá de lo artístico. Lo cierto es que La Ley de Propiedad Intelectual debe ser actualizada con el propósito de mejorar la comunicación entre los interesados. Las sociedades autorales deben apresurar su gestión en la defensa y recuperación de obras nacionales que pertenecen a nuestro patrimonio, y que el uso comercial de las obras en ejes comerciales (radios, tv, supermercados, cines, salas de conciertos, discoteques, celulares, etc) sea recompensado. Yo voy a creer que hay una defensa y difusión de la música chilena cuando se invierta en nuevas salas de conciertos (en Santiago escasean, por lo que me imagino que en regiones hay muchas menos alternativas). ¿De qué sirve publicar nuevos discos si la principal disquera no los quiere vender y sus artistas no tienen donde mostrarlos en vivo? Ese es un objetivo concreto, que no mejorará mientras no asuman que la música del mundo y la nacional se emancipa, crece y gestiona con las presentaciones en vivo. Los artistas nacionales no tienen más opción porque no hay industria, mercado ni conciencia cultural. Y no es sólo una postura empresarial, esto viene desde la educación que la mayoría hemos recibido. Y debemos tener claro que la mayoría de los ejecutivos discográficos y ligados a la música que hoy habla de la "defensa de la música nacional" son los mismos que se llenaron los bolsillos y se jodieron la industría de los ostentosos 90's. Que no lo confudan, muy pocos tenemos la idea del respeto, valoración y reconocimiento popular de la música hecha en Chile. No es tan difícil armar una frase y levantar campañas con emblemas populistas y de difuso contenido. Detrás del voto de apoyo que buscan en los usuarios de Facebook y otros canales de comunicación está la meta de presentar firmas y apoyos al Congreso e insistir con el cobro a las empresas telefónicas, una suma que de alguna manera terminaremos pagando nosotros y ¡yo no bajo discos de Cecilia Echeñique! Trato injusto han recibido los músicos nacionales desde hace décadas, el precio justo es lo que hoy se debe defender.